EL ÁRBOL QUE TE LLENA DE VIDA
A la moringa se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antibióticas. Es una gran fuente de proteínas.
Conocida como el árbol de la vida, paraíso francés, entre otros nombres, la moringa oleifera es una planta con innumerables propiedades nutritivas y terapéuticas, y por sus efectos antioxidantes pudiera ser considerada como uno de los alimentos que contribuyen al bienestar y a la prevención de enfermedades. Se le atribuye la cura de unas 300 dolencias. Según Sandra Aragadvay, doctora en Bioquímica y Farmacia, con 10 años de experiencia en la rama de suplementos nutricionales, productos naturales y medicamentos, la moringa oleifera ayuda a solventar problemas de inseguridad alimentaria y prevenir múltiples patologías asociadas a deficiencias de proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas. “Disminuye el nivel de azúcar en la sangre. Reduce la inflamación por el alto contenido de flavonoides, muy conocidos como antiinflamatorios. Mantiene un nivel saludable de colesterol. Por el contenido de antioxidantes el consumo regular evita el envejecimiento acelerado. Es una gran fuente de proteínas”, comentó la química.
Por qué es considerada un súper alimento
“Porque tiene gran importancia en la alimentación, ya que contiene todos los aminoácidos, vitaminas y minerales valiosos incluso en mayor cantidad que los alimentos típicamente considerados como tales y otras propiedades nutritivas”, explicó Aragadvay. La moringa contiene altos niveles de caroteno ( vitamina A), vitaminas B1, B2, B3, C, E, K, además de calcio, hierro, potasio, cobre, magnesio, zinc, todos los aminoácidos esenciales y antioxidantes ( ácido ascórbico, tlavonoides, fenoles, caratenoides, entre otros). Posee efectos beneficiosos en el sistema nervioso central, potencia el sueño y reduce la incidencia de enfermedad cerebro- vascular; además aumenta la vitalidad en adultos mayores y reduce los calambres nocturnos. En el sistema cardiovascular, tiene efectos diuréticos, antihipertensivos, disminuye el peso corporal, el colesterol sérico; en el gastrointestinal, estimula la cura de las úlceras gástricas, mejora la función del hígado ( a baja dosis) y previene la hepatoxicidad; es útil para mejorar la función renal; también tiene efecto antifúngico ( en el pie de atleta y en las infecciones cutáneas por estafilococo áureo). Asimismo, reduce la inflamación y reversión de la artritis reumatoidea; en la parte endócrina, mejora la tolerancia a la glucosa y disminuye los ácidos grasos libres; en el sistema inmunológico, sirve como inmunoestimulante, inhibe el linfoma de Burkitt y los papilomas de la piel. Tiene efecto protector contra el cáncer ovárico.