Limpieza y cuidados
Según la Academia Americana de Oftalmología, la Asociación de Lentes de Contacto para Oftalmólogos, la Sociedad de la Córnea y la Sociedad Americana de Cataratas y Cirugía Refractiva, estas son las pautas que se deben llevar a cabo: Antes de manipular los lentes de contacto, lávate las manos con agua y jabón, luego enjuágalos y sécalos con una toalla sin pelusa. Minimiza el contacto con el agua, incluyendo la remoción de los lentes antes de entrar a una piscina o a una tina caliente. Los lentes de contacto no deben enjuagarse o almacenarse con agua ( de grifo o estéril). No los enjuagues en tu boca. La saliva no es una solución estéril. No utilices soluciones salinas o gotas humectantes para desinfectarlos. No son un desinfectante eficaz o aprobado. Use y reemplaza tus lentes de contacto de acuerdo con el período prescrito por su profesional de la visión. Sigue las instrucciones específicas de limpieza y almacenamiento de dichos lentes dadas por su profesional de la visión y el fabricante de la solución. Durante la limpieza, frótalos con los dedos, luego enjuágalos con la solución antes de remojarlos. Esta técnica de “frote y enjuague” es considerada por algunos expertos como un método superior de limpieza, aunque la solución que se esté utilizando sea de la variedad de “no frotar”. Enjuaga el estuche con una solución fresca, no agua. Luego, deja que la caja vacía se seque sola al aire libre. Mantén dicho estuche siempre limpio y reemplázalo regularmente, por lo menos una vez cada tres meses. Los estuches pueden ser una fuente de contaminación e infección. No los utilices si ves que están agrietados o dañados.