Dominguero

SOLO UNA CERVEZA

El primer trago y el saludo. Le lanza algunos halagos por su baile. Resulta que es bailarina profesiona­l.

- Por Ángel Amador angelamado­r77@ gmail. com

Entra. Este olor a cigarrillo mezclado con el de licor es lo primero que percibe. Hace tiempo que no lo olía, no desde este encierro. Busca un espacio en la barra. En el rincón, alejado del resto, encuentra un espacio. Pide una cerveza. La música invita a bailar, pero nadie puede. Eso sigue prohibido. Aunque una muchacha se anima a salir sola. Todos la admiran como si esos movimiento­s de pies y manos fueran parte de un ritual nunca antes visto. Unos estruendos­os aplausos la invitan a buscar su asiento, pero prefiere la barra. Junto a aquel chico del rincón y su cerveza. Ni siquiera la ha tocado cuando la mujer se acerca a buscar una agradable conversaci­ón. El primer trago y el saludo. Le lanza algunos halagos por su baile. Resulta que es bailarina profesiona­l. Trabaja en el bar y esa demostraci­ón es parte de un show para los clientes que deben aguantarse las ganas de salir a la pista. Otro trago. Ya entran en confianza. Ella toma asiento y pide su propio trago: un vodka con jugo de naranja. Hablan de sus vidas, sus profesione­s, sus gustos y desagrados. Él es maestro universita­rio de Filosofía, pero no estaba ahí para hablar de Aristótele­s o Platón. Solo quiere distraerse un poco. Un trago más. La botella va por la mitad. La joven lo invita a bailar. Se niega. No es de esos que le guste el baile. Reconoce que no lo hace bien.

La mujer insiste tanto que lo convence. Le enseña unos cuantos pasos básicos. Lo rígido de sus articulaci­ones le impide seguirle el paso a la muchacha que vuelve a llamar la atención de los clientes.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador