OLVIDAR NO ES EL CAMINO
Su cabellera alborotada. Es su sello, pero también parte de un pasado. Le recuerda tantas cosas.
Cambiar. Un corte de pelo. Lentes nuevos. Otro estilo de ropa. Necesita cambiar algo. Lo necesita en serio. Atraviesa una etapa de su vida en la que quiere sentir que cierra un ciclo, y qué mejor que un cambio. Una larga relación sentimental no se olvida de la noche a la mañana y lo sabe. Cuatro años. Sí. Cuatro. ¿ Qué pasó? Solo puede decir que el amor fue desapareciendo. Que cayó en un modo en el que nada le importaba. Que se sentía estancado. Que un peso no lo dejaba avanzar y ese lastre tiene nombre y apellido. A pesar de todo, la amó. Esa sensación es difícil de olvidar. Intenta e intenta, pero no puede.
Ahora sale con mayor frecuencia a comer algo, beber e irse de farra para ver si manteniendo la mente ocupada puede empezar a olvidar. Es complicado desprenderse de un momento para otro, pero en algún momento hay que empezar, y le llegó el suyo. Un cambio de peinado. Eso quiere. Su cabellera alborotada. Es su sello, pero también parte de un pasado. Le recuerda tantas cosas. Cuando sentía sus dedos frotar su cabeza hasta quedarse dormido. Cuando alborotaba su cabello solo por molestar. Cuando lo sujetaba con fuerza en la intimidad.
Ve cómo los mechones caen. Cae uno, es un momento. Un recuerdo. ¿ Llorar? Ya no. Ya la lloró bastante. Ahora solo quiere olvidar. Se mira al espejo. Es otro. Se siente otro. Una lágrima cae, sí, pero de felicidad. Es un primer paso. Es lo que necesitaba para empezar a pasar la página. Para cerrar el capítulo. Para dejar de pensar en otro y empezar a pensar en sí mismo. Puede sonar egoísta, pero no lo es. Es su momento.
Vuelve a ver al espejo. No ve a otro. Es él mismo. Y rememora todo. Como una especie de flashback en cámara rápida. Sonríe. “Olvidar”, piensa. ¿ Es eso lo que quiere? Después de todo lo vivido. Su mente se llena de claridad. No se trata de olvidar, de desprender sus recuerdos y nada más. Olvidar no es lo que quiere, sino avanzar. Y recordar cada momento hermoso, aunque ahora le provoque dolor. Solo quiere aceptarlo. Alimentarse de ellos y seguir adelante. Olvidar nunca fue el camino.