Andrea Albán y Faust Planas “Pocas personas conocen nuestro sacrificio”
Andrea Albán (34) y Faust Planas (39) fusionan su vida marital y sus negocios en el campo de la peluquería. Su especialidad es la colorimetría capilar. Ella es guayaquileña, Faust, de Barcelona, España. Se conocen hace más de quince años. Comenzaron a salir después de haber entablado amistad en las aulas de clase, cuando ambos querían sacar su licencia de conducir en la `Madre patria'.
Aunque los dos son muy tímidos, dejan salir las carcajadas cuando recuerdan esa primera salida que le dejó muy mala impresión a Andrea, al punto de tildarlo de tacaño. “Todo era cuestión de culturas”, responde él de inmediato. “Es que me hizo pagar desde mi entrada al cine hasta los snacks”, agrega ella.
Andrea había viajado a España para estudiar técnicas en odontología e ingeniería en Marketing. Sin embargo, el destino le daría una vuelta de timón, obligándola a cambiar el rumbo de su profesión. Lo mismo sucedió con Faust, quien antes de convertirse en experto capilar se dedicaba a la cocina y al modelado. Así, en un ambiente de camaradería, en medio de risas coquetas, reclamos y lágrimas, la pareja contó su historia de vida a través de las preguntas que les hizo DOMINGUERO.
¿A QUÉ SE DEDICABAN ANTES DE ENTRAR AL MUNDO DE LA BELLEZA?
Andrea: Al llegar a Ecuador nos tocó empezar desde cero. Teníamos dos niños pequeños por quienes debíamos trabajar y empezamos en una cafetería. Faust: No nos rindió mucho. Hubo muchos sacrificios, entre ellos, no ver a nuestros hijos por doce horas y solo vender $40 en todo el día.
¿CÓMO LLEGÓ EL ESTILISMO A SUS VIDAS?
A: Fue por necesidad. Me llamaba la atención el mundo de la belleza y me metí a estudiar. Empecé arreglando uñas a domicilio, luego hice tratamientos capilares. Un día llego a la cafetería y le pregunto a Faust, ¿cuánto hiciste? Él con su cara larga me respondió $48, y yo le dije, `tengo $200 en mi bolsillo y solo trabajé cuatro horas'. Le propuse vender el negocio.
F: El sacrificio era grande, había días en los que solo dormía dos horas porque tenía que preparar los alimentos que se vendían. A: Pocas personas conocen nuestro sacrificio. Un día estaba pintándole las uñas a una clienta y se me iban las lágrimas. Me preguntó qué me pasaba, y le respondí: `ya no
doy más, el dinero no nos alcanza y tenemos dos niños pequeños', (respira y con su voz entrecortada continúa), es que me emociona recordar esto. Ella me dijo: `necesitas a Dios'. Me invitó a la iglesia, recuerdo que llegamos peleando con Faust. Parecíamos dos fieras. Ese día me arrodillé y dije: `Señor hazme de nuevo porque yo ya no puedo'. Y desde ahí nuestra vida cambió, es lo que necesitábamos. Por eso no trabajamos los domingos, son exclusivos para Dios y para nuestra familia.
¿CUÁL ES LA CLAVE DEL ÉXITO?
A: Perseverar, porque no siempre ganas. F: Aprender a escuchar, también a apostar por la opinión del otro. Andrea me hizo estudiar belleza, desde ahí somos un equipo.
¿CÓMO ESTÁN LAS CUENTAS BANCARIAS?
A: Los dos tenemos acceso. Si hay $100 es de los dos y si hay $10.000 también es de los dos. F: Así es, no hay secretos, ambos trabajamos.
¿QUÉ HACEN CUANDO NO ESTÁN TRABAJANDO?
A: Tal vez no estamos con las clientas de manera física, pero estamos respondiendo mensajes, pedidos de nuestra línea, haciendo contenido para redes sociales.
F: Mientras que mi esposa hace videos yo me dedico a los niños, nos vamos al parque. Para mí es importante ese momento en el día.
¿A QUÉ PERSONAJE LE HARÍAN UN CAMBIO DE LOOK DE MANERA URGENTE?
A: No conozco a los nuevos talentos, no tenemos tiempo para ver tele, pero le haría un cambio a Laura Bozzo.
F: No veo televisión.
¿CUÁL ES EL COLOR QUE MÁS LES GUSTA HACER?
A: Rubios. F: Me gustan los cambios notorios, no esos que te tienes que poner contra el sol para ver los reflejos.
La pareja de estilistas y coloristas capilares disfruta de su éxito profesional. Él es chef y modelo, ella técnica dental e ingeniera en marketing. Ambos dejaron sus profesiones por necesidad.