ROSTRO LIBRE DE ACNÉ Puedes evitarlo si llevas una rutina de belleza adecuada.
Limpieza profunda
Limpia tu rostro con un producto desmaquillante tanto al despertar como antes de acostarte a dormir. Retira todos los restos de maquillaje y suciedad generada por la contaminación, además de la grasa producida por la transpiración y las células muertas. Así logras equilibrar el pH y elevar las defensas de la piel frente a las agresiones externas.
Hidrata y nutre
Las pieles grasas necesitan estar bien hidratadas y nutridas.
De lo contrario, pueden terminar deshidratadas e irritadas, presentar eccemas y dermatitis. Elige una buena crema hidratante con propiedades antiinflamatorias, bactericidas y calmantes, que además trate el acné.
Productos adecuados
Es importante el uso de maquillaje apto para pieles grasas o proclives a tener acné.
Para ello debes observar que sean `oil free' (libre de aceites) y que su base sea acuosa en lugar de oleosa. Además, que se absorba rápidamente y que contenga activos que eviten el acné.
Primero lava tu pelo
Cuando te vayas a bañar, trata de lavar primero tu cabello. Generalmente los acondicionadores tienen componentes aceitosos que pueden producirte granos cuando se quedan en la piel. Para evitarlo, luego de ponerte el acondicionador enjuaga bien el cabello, y de ahí lávate la cara y el cuerpo como de costumbre. Trata de usar productos de aseo que estén libres de sulfatos.
Perfumes y detergentes
Aunque no lo creas, los perfumes pueden empeorar el problema, al estar en contacto con la piel del cuello y el rostro, sobre todo en áreas donde aparece el acné. Lo mismo ocurre con los detergentes. Escoge los que no tengan perfume, ya que al adherirse las partículas de jabón al tejido de tu ropa, pueden irritar la piel.