3,5 millones de mascarillas, elaboradas para prevención
Municipio contrató una asociación de mujeres. Pero señala que es difícil aplicar sanciones a los ciudadanos por el no uso.
Sus edades oscilan entre 28 y 50 años. Son 304 las mujeres que, durante el pico alto de la pandemia, pusieron sus manos para elaborar mascarillas que son distribuidas en Guayaquil de forma gratuita.
Ellas fueron testigos de la muerte de vecinos y allegados. También del viacrucis de decenas de guayaquileños ante un sistema sanitario colapsado, entre marzo y abril. Ese escenario las llenó de miedo, coinciden. Pero, la necesidad las empujó a arriesgarse y poner su “granito de arena”, para ayudar a frenar la propagación de un virus cada día más agresivo.
Las mujeres en su mayoría madres solteras y de escasos recursos económicos trabajaron con la Fundación Acción Solidaria. El Municipio de Guayaquil la contrató para elaborar 3,5 millones de mascarillas en dos fases. Esa meta ya se cumplió y hoy se entregan unas 100 000 unidades cada día en los distintos barrios.
“Nosotras también ayudamos a bajar los índices de contagio, quizá la gente no lo sepa, pero expusimos nuestra integridad para colaborar con la ciudad y mejorar nuestra situación”, dijo Rosa Ovando.
La mujer recordó que empezó a trabajar en la elaboración de las mascarillas el 28 de abril. Lo hizo tras ser despedida de un restaurante en el norte. Para entonces, debía USD 150 por la renta de su departamento y no tenía dinero para mantener a sus hijos de 21, 18 y 12 años. Tampoco para su madre de 65.
Doménica Rodríguez, de 29 años y moradora del populoso sector de Las Malvinas, en el sur, también laboró en este proceso. Se había quedado sin empleo. “Mi mayor miedo era contagiar a mi madre”.
Viviane Almeida, directora de la Mujer del Municipio, contó que la elaboración de las mascarillas se realizó en dos fases, a un costo de USD 0,28 por unidad. Estas se entregan en paquetes de 20 unidades por cada kit de alimentos que entrega el cabildo por día.
El vicealcalde de la ciudad, Josué Sánchez, informó días atrás que las mascarillas son desechables y ofrecen protección contra partículas sólidas y líquidas sin aceite. “La tarea ha permitido generar ingresos a las personas de escasos recursos que son parte de la organización Acción Solidaria”.
También recordó que se ha trabajado en ordenanzas que establezcan medidas de bioseguridad para los guayaquileños. Así, se creó la ordenanza que obliga el uso de mascarillas en sectores públicos.
Si algún ciudadano incumple el uso obligatorio del protector, la ordenanza establece una multa del 20% de un salario básico unificado, que equivale a USD 80, y si reincide con un 40%, que son USD 160.
Pero hasta ahora no se han aplicado sanciones confirmó Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia. Refirió que la aplicación de la medida no ha sido fácil, ya que hay un reglamento para su ejecución.
“Parece fácil lo que dice la ordenanza, pero cómo aplico el método coercitivo. No me puedo llevar a un señor a que vaya a pagar la multa, no los puedo detener, cómo sé dónde vive, no es tan sencillo el tema”, reconoció.
Sin embargo, dijo que han clausurado cinco locales en la Bahía, en los que las personas en su interior no usaban mascarillas. El personal municipal ha trabajado en la concientización entre los ciudadanos.
“Por eso no hemos tenido casos de sanciones”, señala Narváez. Es evidente que los irrespetos se dan principalmente en sectores urbano-marginales, pero en ciudadelas el comportamiento ha sido ejemplar.