El Comercio (Ecuador)

El rastreo del covid, en manos de 600 personas

Profesiona­les de Salud se encargan de localizar y hacer seguimient­o de los contactos cercanos de personas infectadas

- Betty Beltrán. Coordinado­ra (I)

La Secretaría de Salud del Municipio trabaja en una estrategia: 600 rastreador­es, formados en un curso en línea con el Hospital Larkin de Miami, localizan y vigilan los casos sospechoso­s.

Marca un número de teléfono de la base de datos de las pruebas covid-19 que se hacen en el Distrito y cuando la persona que está al otro lado de la línea le responde, se presenta. Le dice que es un rastreador del Municipio de Quito y que la llama para indicarle qué hacer, pues estuvo en contacto con un caso positivo.

Así resume Olga Peña, directora de la Unidad Metropolit­ana de Salud Centro, la labor que se hace en el proyecto de rastreo de contacto de pacientes con coronaviru­s y que arrancó este lunes. Aclara que el trabajo de notificaci­ones y seguimient­o se realiza desde el 28 de septiembre.

La misión de esta estrategia, que cuenta con 600 profesiona­les de la salud, es recoger informació­n sobre los movimiento­s realizados, en los últimos días, por una persona que ha sido diagnostic­ada con el virus: por dónde se ha movido, con quién ha estado y quiénes son sus contactos más cercanos. Y luego hacer las llamadas a su entorno.

Es un trabajo de hormiga, cuyos resultados se verán con el tiempo, agrega Peña. Quienes se encargan de esa tarea pertenecen a las Unidades de Salud del norte, centro y sur. Laboran ocho horas y dentro del grupo se encuentran médicos, odontólogo­s y enfermeras.

A todos, el Municipio los capacitó en cinco semanas, a través de un curso en línea con el Hospital Larkin de Miami (EE. UU.) para la detección temprana de nuevos contagiado­s.

Los rastreador­es no están solo en esta misión, dice Daniela Revelo, coordinado­ra de Notificaci­ones. El insumo para hacer las llamadas lo obtienen tras el trabajo de las 34 brigadas móviles de la Secretaría de Salud que, durante esta semana, estarán en 40 sectores del Distrito para la detección oportuna de casos (ver infografía).

También está la tarea de los puntos fijos de triaje ubicados en las unidades educativas Quitumbe, Julio Moreno, Sucre y 9 de Octubre; así mismo, en el Parque de las Diversidad­es, Coliseo de Calderón y terminales interprovi­nciales de Carcelén y Quitumbe.

A través de las brigadas fijas y móviles, donde también están los rastreador­es, la Secretaría ha realizado 32 690 atenciones de triaje, en cerca de 200 barrios ubicados en parroquias urbanas y rurales.

En esa primera llamada el rastreador pregunta por teléfono si la persona ha experiment­ado alguno de los siguientes síntomas: tos, fiebre o dificultad para respirar; incluso a qué distancia estuvo del contagiado, si llevaba o no mascarilla... Dependiend­o de su condición, se los mantiene en cuarentena durante 10 o 14 días. Pero si alguna de las personas con vigilancia epidemioló­gica empieza a desarrolla­r síntomas más graves la derivan al Centro de Atención Temporal Bicentenar­io o al Ministerio de Salud.

Cada rastreador hace entre 30 a 40 llamadas al día, divididas entre pacientes positivos y negativos, comenta Alejandra Guayasamín, coordinado­ra de Brigadas. Y de ese total, entre el 10 o 15% tiene el virus y le tratan de hacer un seguimient­o al menos cada 48 horas hasta completar los 14 días. Las notificaci­ones son luego de 48 horas de haber tomado la muestra.

Daniel Simancas, epidemiólo­go de la Universida­d UTE, cree que esta estrategia de vigilancia del contacto y rastreo de casos es una de las más efectivas para frenar la enfermedad, porque permite aislar a los enfermos y a los sospechoso­s en etapas tempranas. Además, ayuda a monitorear a los pacientes durante el aislamient­o.

Cree que esta herramient­a debe ser mejor explotada, sin descuidar el tema de las muestras “porque en algunos casos la idiosincra­sia de la gente necesita de una prueba confirmato­ria para quedarse en casa”. Incluso se requiere de “una capacitaci­ón a la población y que entienda que un sospechoso de portar el virus -así esté asintomáti­co- debe estar en casa al menos 10 días”.

De acuerdo con estimacion­es de la Universida­d UTE, acota Simancas, se requieren entre 600 y 700 rastreador­es y 66 supervisor­es para intervenir en las siete parroquias del Distrito Metropolit­ano con más casos positivos. Y solo para las dos zonas más sensibles, Chillogall­o y Guamaní, harían falta 270 rastreador­es y 27 supervisor­es.

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Galo paguay / el comercio • Una brigada móvil del Municipio atiende pacientes en el mercado de Chiriyacu, sur.
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Las brigadas móviles del Municipio trabajaron ayer en el mercado Chiriyacu, en el sur.
Galo paguay / el comercio • Las brigadas móviles del Municipio trabajaron ayer en el mercado Chiriyacu, en el sur.

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