Trump afronta su segundo juicio político
Unos 20 000 miembros de la Guardia Nacional vigilarán el traspaso del poder el 20 de enero
Todos los representantes demócratas y 10 republicanos aprobaron ayer que Donald Trump vaya a un nuevo juicio político. El cargo es “incitación a la insurrección” por la violenta toma del Capitolio, el 6 de enero. El Senado tramitará el ‘impeachment’ cuando ya no sea Mandatario.
La mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, con el apoyo de 10 republicanos, votó a favor del ‘impeachment’ contra el presidente Donald Trump. Se lo acusa de “incitar a la insurrección” en la toma del Capitolio, el 6 de enero.
Así, a falta de seis días para la asunción de Joe Biden como el 46º presidente de Estados Unidos, el Mandatario saliente se convierte en el primero en la historia de ese país en pasar por un proceso de destitución en dos ocasiones.
Todos los representantes del Partido Demócrata votaron a favor de la resolución. Para ellos, Trump traicionó el juramento y la dignidad de la Presidencia del país. En el ‘impeachment’ anterior, por presiones de Trump a Ucrania para que investiguen casos de corrupción que supuestamente involucraban a Biden, dos demócratas votaron en contra.
Si bien ayer hubo 232 votos a favor del juicio político, también hubo 197 en contra. Los republicanos que mantuvieron su apoyo a Trump juzgaron el “doble rasero” de los demócratas por supuestamente apoyar los movimientos “violentos” en las protestas de la izquierda. Además, a pocos días de dejar la Casa Blanca, el proceso no hará sino profundizar la división existente.
En su contundente intervención de apertura del debate, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, subrayó que Trump “debe irse”, ya que es “un peligro claro y presente”.
“Sabemos que el Presidente de EE.UU. incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse”, sostuvo Pelosi, en el Pleno de la Cámara.
Los demócratas consideran que Trump es el peor presidente en la historia de Estados Unidos e que incluso impulsaba una nueva Guerra Civil.
Otras imágenes insólitas se vieron ayer en Washington. Miles de militares se encontraban en el Capitolio, mientras se debatía el juicio político.
Al menos unos 10 000 miembros de la Guardia Nacional ya están en la capital y se espera que haya 20 000 para custodiar la ceremonia de transmisión de mando. Es la primera vez, desde la Guerra Civil (18611865), que militares duermen en la sede legislativa.
La toma del Capitolio ha dejado profundas marcas y genera temores de que nuevos levantamientos se den en el país, tal como ya lo amenazaron algunos movimientos: será más violento y con armas, han comunicado por redes sociales.
Antes de confirmarse el proceso de destitución, Trump pidió a sus seguidores no incurrir en “violencia” ni romper la ley en los próximos días.
“Ante las informaciones sobre nuevas manifestaciones, urjo a que no debe haber nada de violencia, nada de romper la ley y ningún vandalismo de ningún tipo”, dijo Trump en un comunicado.
“Eso no es lo que yo defiendo, y no es lo que defiende Estados Unidos. Pido a todos los estadounidenses ayudar a rebajar las tensiones y calmar los ánimos. ¡Gracias!”, añadió.
Sin Twitter ni otras redes sociales -que lo silenciaron por incitar a la violencia- , Trump envió un video luego de la sesión del Congreso. Sin referirse al ‘impeachment’, dijo que ningún seguidor suyo apoya la violencia. Si lo hace “está atacando a nuestro movimiento y al país”.
Según el proceso constitucional, será el Senado el que deba absolver o condenar a Trump. Pero la Cámara Alta se encuentra ahora en receso y no volverá hasta el 19 de este mes.
El actual líder de la mayoría republicana, Mitch Mcconnell, dijo que no hay posibilidad de celebrar un “juicio justo o serio” antes de que Trump deje el cargo. Prefirió, más bien, llamar a una “transición ordenada del poder”.
“Dadas las reglas, procedimientos y precedentes del Senado que rigen los juicios de destitución presidencial, simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo o serio pueda concluir antes de que el presidente electo, (Joe) Biden, preste juramento la próxima semana”, señaló el poderoso senador en un comunicado.
Mcconnell ilustró que el Senado ha celebrado tres juicios: “Han durado 83, 37 y 21 días, respectivamente”.
“Incluso si el proceso del Senado comenzara esta semana y avanzase rápidamente, no se alcanzaría un veredicto final hasta después de que el presidente Trump dejara el cargo”, sentenció Mcconnell, al aclarar que “esta no es una decisión”, sino que “es un hecho”.
Lo ocurrido en el Capitolio afecta a Trump no solo políticamente, sino a sus negocios. Deutsche Bank, el banco más utilizado en las últimas décadas, ha decidido que no hará más negocios con él una vez que este devuelva el préstamo de más de USD 300 millones. Signature Bank, otra entidad en la que tiene cuentas personales con más de USD 5 millones y que le ayudó a financiar su campo de golf en Florida, también decidió romper relaciones con él.