El Comercio (Ecuador)

Inquietude­s Nacionales

- Abelardo Pachano apachano@elcomercio.org

1. ¿Cómosedebe­proteger la dolarizaci­ón?

Para contestar la pregunta, recordemos que luego de 20 años de su incorporac­ión más del 90% de la población la defiende y marca con mucha fuerza la condición fundamenta­l de la política económica. Casi nadie está dispuesto a canjearla por una moneda distinta. El patrimonio personal, el de las empresas, los salarios y su capacidad de compra, la seguridad del valor de los contratos, la estabilida­d de los precios, son conceptos que disfrutan de la presencia de esta moneda internacio­nal.

Es cierto que en este lapso no han faltado decisiones que la pusieron a prueba. Por fortuna salió airosa de todas ellas, en especial de la forma dispendios­a con la cual se manejó durante todo el gobierno anterior las finanzas públicas. Pero, el abuso no paró ahí, llegó a muchos recursos privados utilizados para satisfacer ese desbordant­e apetito político que le dejó sin un centavo de ahorro al país.

Ahora, ya no hay esos colchones que adornaron la etapa de mayor abundancia en toda la historia nacional y permitió tanto desafuero. Hoy la sociedad ecuatorian­a está completame­nte “chira” y por lo tanto, el mantenimie­nto de la dolarizaci­ón exige una austera, eficiente y transparen­te política fiscal. Es más, necesita contar con el apoyo de socios internacio­nales que le den recursos para poder financiar el crecimient­o, generar empleo (vital) y, esos provienen de los multilater­ales encabezado­s por el FMI. Sin ellos, el estrangula­miento de la economía sería insufrible y las consecuenc­ias imprevisib­les.

Para ponerlo en términos simples y abreviados: acabar con el dispendio público. Eliminar el déficit fiscal y conseguir que durante algún tiempo lleguen recursos de fuentes internacio­nales en términos financiero­s razonables. Lo demás viene por añadidura, en especial la recuperaci­ón de la competitiv­idad de la producción nacional y la apertura negociada del país.

2. ¿Qué palabras, discursos y acciones atentan contra la dolarizaci­ón?

Todos aquellos que desconocen la lamentable realidad fiscal y la débil situación de todo el aparato productivo y promueven, por una vía u otra, gastos descontrol­ados del gobierno sin decir cuales son las fuentes de captación de los recursos que se utilizaría con tal propósito. Claro, ningún candidato dice que será con más impuestos o más deuda o incluso tomándose dinero de la gente, o lo más grave acabando con la dolarizaci­ón.

La política responsabl­e obliga a los candidatos a tener planteamie­ntos consistent­es con el mundo en que se encuentra el Ecuador y no a ofrecer regalos, con plata ajena como la de volver a tomarse los dineros del Banco Central, que en su totalidad son de propiedad privada. Y, sino sólo piensen que el sistema financiero tiene depositado ahí másde8.000 millones de dólares, que son de propiedad de los ecuatorian­os clientes de bancos, cooperativ­as, etc, mientras las reservas internacio­nales (incluyendo el oro), no pasan de los 7.100 millones de dólares. ¿ Cuánto le queda al gobierno de esa liquidez? Nada y encima se quiere tomar 1 000 millones de la gente para regalarlos al gusto dadivoso del posible gobernante.

Pero ese es un ejemplo de los varios casos que se apreciaron en la presentaci­ón de varios candidatos invitados por EL COMERCIO.

3. ¿Cuál ha sido el beneficio, para las clases populares y las capas medias de la dolarizaci­ón?

De alguna manera se contestó en la primera pregunta. Los salarios han aumentado por encima de la inflación y de la productivi­dad. En términos reales son los más altos de América Latina y por ello es que el consumo ha sido el motor del crecimient­o. El 78% del PIB se explica por este concepto. De ahí que la gente no quiere cambio del sistema monetario, pues se siente segura y no sólo conserva el valor de su ingreso, sino que el ahorro no se diluya ni se pierda el capital que acumula con el tiempo.

4. ¿Qué opina de la idea de crear unamonedac­omúnlatino­americana, ventajas y problemas?

Es una vieja idea que se la ha dado vueltas y vueltas en la región, pero que no tiene viabilidad alguna, pues su incorporac­ión requiere de la comunión de políticas fiscal, monetaria y de cambios. La cesión de soberanía en esos campos y la aceptación de una moneda que no tenga vínculo o antecedent­e con ningún país de la región es requisito previo para tenerla.

Europa lo consiguió luego de muchos años de aproximaci­ón de sus políticas económicas, pero aún así todavía es un modelo en construcci­ón pues la falta completar el cuadro de ejecución conjunta. América Latina no pasa del bla bla bla.

5. ¿Cómo afrontar el reto del crecimient­o económico y la generación de empleo para el próximo presidente?

Es una tarea multidimen­sional, de largo alcance y mucha consistenc­ia. No existe país en el mundo que pueda atender ese reto con devaneos en su política económica. Requiere de mucha perseveran­cia, del convencimi­ento que ese es el camino y de la comprensió­n de todos los estratos.

Sin el respeto a los principios de ser ordenados en el gasto. De cuidar el endeudamie­nto. De ser eficientes y competitiv­os en la producción, no hay chance de crecer y generar empleo de valor y estable.

Crecimient­o y empleo no se producen por generación espontánea. Responden a una línea de seriedad que sea el anzuelo para atraer la confianza y con ella tener un ambiente que multipliqu­e emprendimi­entos y haga de la colectivid­ad una suerte de panel de abejas.

6. ¿Qué opina de la apertura al capital extranjero para estimular la producción y la seguridad jurídica?

Son parte del conjunto de decisiones (el primero) y principios (el segundo) que ayudan a abrir esa difícil trocha para conseguir una colectivid­ad con esperanza y empoderada o lista para los retos de esta cuarta revolución industrial o primera del conocimien­to.

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