Coleccionar: porque es interesante juntar y estudiar los sellos postales, las monedas, los billetes, postales y afines.
Iniciaré mencionando que el coleccionismo nos motiva a ser personas ordenadas, inquietas por averiguar e indagar en fechas de eventos históricos que están insertos en la vida diaria, cuando usamos billetes y monedas para el pago de nuestros bienes y servicios cotidianos y también en la “magia” de comunicarse a través de cartas y postales que viajan “adornados” con sellos postales, que a través de minuciosos diseños, relatan los sucesos relevantes de un país y sus bellezas naturales así como sus mejores recursos exportables.
A continuación, nos detendremos un tanto en cada una de estas actividades con sus nombres particulares y sus cualidades intrínsecas:
Filatelia: En este campo del coleccionismo se cuentan los sellos postales emitidos a partir del famoso ‘Black Penny’ circulado desde el 6 de mayo de 1840 en Gran Bretaña, pero incluyen documentos o cartas circuladas anteriormente, las cuales forman parte de la Pre-filatelia, además abarca diversos documentos usados para el Servicio Postal como ser Enteros Postales (cartas con prefranqueo), aerogramas (prefranqueo para el servicio aéreo exclusivamente), carnés, hojas recuerdo, V-mails (documentos de guerra), etc.
Numismática: Abarca desde los inicios de la humanidad, los elementos naturales usados como intercambio, piedras de formas caprichosas, hasta avanzar al uso de metales como el oro, la plata, el cobre, bronce y níquel entre otros, lo que permite un amplio espectro de análisis e investigación de los países y materiales utilizados.
Notafilia: Concepto que aplica para el papel moneda o billetes que emiten los países, normalmente para valores superiores a los de monedas metálicas, para “ahorrar” el tener que cargar el excesivo peso que involucren transacciones comerciales de gran volumen.