¿Otra “Pichicorte?
Recordemos: durante el trámite del juicio penal que se sigue contra prominentes personajes del gobierno anterior (incluido el propio ex presidente Correa) valiosos abogados defensores utilizaron este descargo: No hay ni una sola prueba contra mi defendido; se trata de persecución política. Suponiendo lo que les iba a suceder, ¿estaban sembrando estas ideas para el cercano futuro?
Hoy, cuando ya están condenados, el heredero político del señor Correa, don Andrés Arauz, afirma que no será necesario un indulto, pues los jueces revisarán los fallos condenatorios. Según la Constitución, Art. 147, número 18, el Presidente de la República tiene facultad para “indultar” las penas. Así, el condenado recupera la libertad pero queda identificado como responsable del delito.
Si la esperanza del correísmo es que si el señor Arauz fuere elegido Presidente, solo podría indultar pero no borrar el delito, nacería la expectativa de una nueva Corte Suprema que revise las sentencias actuales, que ya están ejecutoriadas.
Continuemos recordando: en diciembre del año 2004 el Congreso de entónces reorganizó la Corte Suprema de Justicia y cesó a los Magistrados que la conformaban; al mismo tiempo, nombró otra Corte a cuya cabeza pusieron al Dr. Guillermo Castro. Ésta anuló sentencias ya ejecutoriadas. El Dr. Castro Dáger era conocido por el peyorativo “Pichi” y ése usaron para toda la nueva Corte.
Hoy, con respeto y buena fe, vemos que el Consejo de la Judicatura está conformando otra Corte Suprema, pero sus exigencias con los aspirantes examinados y la publicidad de que 18 entre 25 concursantes han pedido recalificación de sus notas, quienes miran al pasado usarían como argumento para tachar a esta Corte del año 2021 y aspirar a que –como en el año2004- se descalifique a todos los escogidos y designen reemplazos que puedan cumplir el afán del señor Arauz, anulando sentencias actuales y, simultáneamente, la Asamblea elegiría una nueva en reemplazo. Y no solo ello: utilizarían comoargumentopara tachar a toda la administración actual de justicia y reemplazar a la respetable Ministra Fiscal Dra. Diana Salazar; así como al Contralor Dr. Pablo Celi y funcionarios de la Contraloría, alegando que han actuado persiguiendo políticamente a los funcionarios de la época correísta.
¿Difícil? No cabe olvidar lo que dijo el Dr. Andrés Córdova: En política, se puede tostar granizo. Sin embargo, una nueva pichicorte a esta altura del tiempo, sería cuesta arriba.
El país ha escuchado ofertas electorales que, por imposibles, se las conoce como “el oro y el moro”. Esta vez, el Sr. Aráuz ofrece impulsar la reactivación del consumo de las familias: “para ello daremos USD 1.000 a un millón de familias en la primera semana”, dice.
La fórmula del oro y el moro está superada: no se ve cómo pueden cumplir la nueva.