Editorial de El COMERCIO
El acuerdo para recontar todos los votos en Guayas y el 50% de hasta 16 provincias trae calma. Que se proclamen resultados, los acepte el perdedor y vayamos a la segunda vuelta.
El acuerdo para recontar los votos trae calma. El perdedor debe aceptar los resultados”.
Luego de cinco días de alta tensión, con palabras altisonantes y desencuentros entre los aspirantes a disputar la segunda vuelta electoral con Andrés Arauz, el viernes se produjo un encuentro que terminó en un acuerdo.
Los términos del entendimiento son saludables y aunque para ello se tenga que superar la letra pura y dura de la ley, la búsqueda de la legitimidad y el respeto a la voluntad popular es un bien superior que lo merece.
Es que luego de algunas horas de tensiones, palabras y conceptos ríspidos, los dos candidatos que se encuentran en el segundo y tercer lugar en la primera vuelta del domingo pasado, lograron el consenso.
Se recontará el 100% de la votación de la provincia del Guayas, aquella que por su volumen y sus características ha supuesto históricamente mayores reclamos y jornadas de tensión y acres debates.
A esta decisión sigue otra importante. La revisión del 50% de la votación de 16 provincias, como pidió Yaku Pérez. No se logra advertir qué le hizo cambiar de opinión al candidato de Pachakutik, quien hasta el día jueves hablaba de la misma fórmula pero para siete provincias.
Luego de las encuestas a boca de urna mediaron largas cuatro horas hasta que el Consejo Nacional Electoral decidió entregar el resultado parcial del conteo rápido. En las encuestas a boca de urna se adelantaba una segunda vuelta con Arauz y Guillermo Lasso, pero la novedad era el ingreso de Pérez. Allí empezaron los primeros desacuerdos. Lasso pedía que se tenga paciencia y que se siga con el escrutinio - tal como corresponde - hasta el final. Pérez empezó a hablar de complot y fraude, una postura que luego modificó.
La solución llegó cuando el Consejo Electoral, con el acompañamiento de observadores internacionales, logró sentar frente a frente a los dos candidatos. Lo que en principio lucía bien tuvo momentos de tensión y se convirtió en un debate fuera de tiempo y lugar, pero vino el acuerdo. Que se respete el voto popular, se proclame resultados, los acepte el perdedor y cambiemos de página para la segunda vuelta electoral.