El Comercio (Ecuador)

Corozo, el defensa hogareño que solo vive el presente

- Pablo Campos. Coordinado­r

Atiende la llamada de este Diario en el trayecto del complejo de Pomasqui hasta su casa. Moisés Corozo dice que cuando llega al hogar abandona el celular y se convierte en un rehén de los mimos y las travesuras de Jeremías y Dóminic, sus dos pequeños hijos.

Su esposa Cindy completa el cuadro familiar. Los videos que ella sube a sus redes sociales sobre los momentos hogareños se han vuelto virales, entre los hinchas de Liga.

Cada vez que Corozo tiene un tiro libre cerca del área contraria, su esposa toma el móvil y graba la incidencia en su televisión. Está segura que la acción terminará en un gol. El año pasado, el zaguero convirtió tres tantos luego de ejecutar con precisión.

“Ella es mi fan número uno, pero además siempre está en todos los detalles de mi carrera. Si me siento pesado, ella cambia detalles de mi alimentaci­ón o me ayuda con aceites esenciales o reconstitu­yentes”, relata emocionado el jugador, que cumplirá su segunda temporada con la ‘U’.

Su peso ideal es 76 kilos, aunque admite que vino de las vacaciones con algo de peso adicional, que ya fue disminuido con las exigentes cargas de trabajo del preparador físico Marcelo Cabezas. “El ‘profe’ es exigente, pero en la exigencia está el éxito. Corrimos hasta el final del torneo. Lástima no haber logrado el título”, se lamentó ‘Moi’.

El 29 de diciembre, Liga perdió la final del torneo ecuatorian­o por penales ante Barcelona. La caída representó un golpe duro para los hinchas albos. Pero, ¿cómo lo viven los jugadores? “Más que dolor, lo que tenemos es frustració­n. Fuimos superiores, hicimos un gran año y grandes partidos en las finales, pero no pudimos vencer. No me gusta tanto pensar en lo que pasó, sino en lo que viene. Creo que será un gran año”, reflexiona Corozo.

El defensa pasó de ser el quinto zaguero central de la ‘U’ a convertirs­e en titular junto a Franklin Guerra. Ello motivó que el selecciona­dor Gustavo Alfaro lo convocase a la Selección. Sin embargo, no pudo jugar con el equipo: en la doble fecha de noviembre, se contagió de coronaviru­s en la concentrac­ión tricolor.

Antes de contraer la enfermedad, Corozo pudo tener un ‘feedback’ de su juego con el técnico Alfaro. “Me mostró videos de mis partidos y me hizo correccion­es válidas para seguir creciendo, cuestiones puntuales, situacione­s de partido, toma de decisiones”.

Alfaro cree en las condicione­s del jugador de Liga. El año pasado contó en una entrevista que le realizó sugerencia­s para potenciar sus capacidade­s. “Le dije que un jugador de élite tiene que estar concentrad­o todo el partido y tomar decisiones adecuadas y con velocidad”.

Durante el mercado de pases de enero se mencionó un posible interés del fútbol de Turquía por el jugador, que aún tiene tres años de contrato con los universita­rios.

“A mí también me preguntaba­n sobre eso, pero son rumores. Yo solo pienso en hacer bien las cosas en Liga todo el año y mantener el nivel para estar en la Selección. No me gustan hacer planes”.

‘Moi’ perdió a su compañero de habitación en Liga. Marcos Caicedo, el espiritual volante ofensivo, amante de las lecturas bíblicas, fue prestado al Guayaquil City”. “Ahora tengo que buscarme un nuevo compañero”, dijo el futbolista antes de llegar a casa.

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FOTOS. CORTESÍA DE LIGA • El defensa Moisés Corozo corre en el complejo de Pomasqui durante un entrenamie­nto de los albos.
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• Piovi, Cruz, Sornoza y Caicedo felicitan a Corozo (24) tras anotar un gol de tiro libre, en el torneo del 2020.

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