El Comercio (Ecuador)

Tendencia refrescant­e

- Milton luna tamayo mluna@elcomercio.org

Las declaracio­nes de ciertos candidatos durante la campaña generaron preocupaci­ón cuando en tono ingenuo decían: “estuve en tal pueblo… se ven las cosas mal… la gente se queja de tales problemas…”. Sí, causa preocupaci­ón constatar que dirigentes que debieran estar actualizad­os de la situación de la gente, recién cada cuatro años, en campaña, a modo de “turistas políticos” visitan pueblos y barrios. La política no solo es elecciones. La política es un proceso permanente que emerge desde abajo.

Pero no solo algunos políticos desconocen la realidad. También los estrategas, los ministros, y las élites económicas. Con tal ignorancia, sumado a un economicis­mo insensible, se diseñan y aplican muchas políticas. Se trazan en el escritorio y se las impone al territorio, causando dolor y múltiples impactos, que provocan reacciones intensas, el rechazo y la protesta.

Este 7 de febrero varios políticos se dieron con la realidad en las narices. Salieron apaleados por un voto que tiene que ser digerido con seriedad. Casi un 80% de votantes, a partir del apoyo a diversas corrientes, demandaron que las políticas públicas debieran nutrirse de sensibilid­ad social y enfoques democrátic­os y ecológicos. Cuenca, con su referendo, se pone a la cabeza de esta tendencia refrescant­e que defiende el agua y la vida, pone freno a la minería y llama a la construcci­ón de un modelo civilizato­rio de convivenci­a con los otros seres vivos y el planeta. Se teje una corriente y una matriz socio política alternativ­a cada vez más amplia.

La élite política, que quiere dirigir el estado desde mayo, asumirá una catástrofe: descomunal problema económico; continuida­d de la pandemia sin vacuna suficiente; expansión de la violencia; incertidum­bre y depresión colectivas; educación en rojo; rechazo a la confrontac­ión y corrupción. Pero también anhelo de tranquilid­ad, empleo y de disponer de gobierno, que siente no ha tenido desde hace tiempo.

Sin embargo muchos de los líderes no entienden que esta tarea es imposible para un solo sector. Los ultrismos, cada vez con menos respaldo político y sin agenda actualizad­a, caotizan o polarizan la sociedad y debilitan al Estado que lo usan. Tanto la derecha fundamenta­lista, que le estorba lo social, así como el populismo asistencia­lista conservado­r, son afectos al extractivi­smo y al autoritari­smo que deterioran la democracia y el futuro. Son rechazados por la nueva y amplia tendencia inclusiva y ecologista, a menos que se reinventen. Cosa muy complicada. Ese su drama en segunda vuelta.

Pero hay otros sectores que están sintonizad­os con esa tendencia. Son el movimiento indígena, popular y juvenil, que luchan por la vida, la no violencia y la intercultu­ralidad; y la remozada centro izquierda. Su energía potenciada en campaña debe subir de nivel. Su fuerza unificador­a podría impulsar al país a escapar del precipicio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador