Las protestas en Birmania se incrementan
Miles de personas se concentraron ayer en las calles para rechazar la represión
Miles de personas se volcaron ayer a las calles de varias ciudades de Birmania. Con pancartas y gritos rechazaron la represión policial que ha sido ordenado por el Régimen Militar, que tomó el poder tras el golpe de Estado, el 1 de febrero. Desde entonces, tres personan han fallecido y otras 569 han sido arrestadas. Organismos internacionales han condenado la actuación militar.
Miles de manifestantes salieron ayer a las calles de Birmania para desafiar la represión policial que el sábado se cobró la vida de dos personas durante una protesta.
En Mandalay, la segunda ciudad del país, los manifestantes salieron en mayor número. En las principales avenidas se escuchaban gritos contra los militares de esa nación, quienes tomaron el poder a través de un golpe de Estado, el pasado 1 de febrero del 2021.
Los dos fallecidos, muertos por sendos disparos de bala, habían acudido a las protestas en apoyo a los trabajadores de astilleros que estaban en huelga y a quienes las autoridades querían forzar a trabajar.
Al menos otras seis personas también sufrieron heridas de bala el sábado. En total se calcula que desde el golpe de Estado existe una treintena de heridos, según datos del periódico local The Irrawady.
Testigos relataron a medios internacionales cómo la Policía reprimió la protesta del sábado con munición real y balas de goma, bombas de gas lacrimógeno; así como con proyectiles metálicos fabricados con tornillos y lanzados con tirachinas. Con las dos muertes del sábado son ya tres los fallecidos por la represión policial.
El viernes se confirmó el deceso de Mya Thwe Thwe Khine, una joven de 20 años que murió de un disparo policial en una protesta, y cuyo funeral se celebró ayer en la capital de la nación, Naipyidó.
Miles de personas se unieron al cortejo fúnebre que recorrió algunas calles de la ciudad. Muchos de ellos sostenían fotografías de la víctima, que se ha convertido en un símbolo de las protestas contra el régimen militar.
Según los análisis de videos y fotografías elaborados por varias organizaciones humanitarias, la joven se desplomó en el momento en que sonó un disparo durante una protesta que la Policía trataba de disolver con cañones de agua.
La Junta Militar negó ayer, a través del periódico estatal, cualquier responsabilidad en su muerte. Además, alegó que según la autopsia la bala que la alcanzó no era del mismo tipo que utilizan las fuerzas del orden birmanas.
Amás de la represión violenta de las protestas, los militares continúan con la campaña de detención de disidentes. Según la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, en Birmania se han ejecutado 569 arrestos desde el inicio del golpe de Estado.
Uno de los últimos arrestados fue el famoso actor Lu Min, detenido la noche del sábado por su apoyo a las protestas contra los militares, según confirmó su esposa en un video publicado en su perfil de Facebook.
Lu Min era una de las seis celebridades buscadas por el Ejército desde el miércoles, por haber infringido la ley contra la incitación, al haber animado a funcionarios a participar en manifestaciones. Él podría enfrentarse a una pena de hasta dos años de prisión.
Respuesta internacional
La violencia policial ha sido rechazada de forma contundente por la ONU, EE.UU., la UE y por grupos defensores de los derechos humanos. La Embajada estadounidense en Birmania exigió en un comunicado que los militares detengan la violencia contra los manifestantes en Myanmar.
Una petición similar hizo José Borrell, alto representante de la UE para la Política Exterior, quien condenó “con fuerza” la represión militar.
Estados Unidos fue el primero en censurar el golpe de Estado, la semana pasada, e imponer sanciones contra el general Min Aung Hlaing, otros nueve oficiales y tres empresas vinculadas al Ejército.
La Unión Europea tiene previsto analizar la posibilidad de aprobar una batería de sanciones. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, afirmó en Twitter que “el uso de la fuerza letal, la intimidación y el acoso contra los manifestantes pacíficos es inaceptable”.
Por su parte, Phil Robertson, subdirector en Asia de Human Rights Watch, declaró que el uso de fuerza letal en las protestas de Mandalay es “intolerable e inaceptable” y exigió una investigación urgente.
Estas condenas internacionales generó que Facebook eliminara la página principal del Ejército de Birmania en su plataforma, por incumplir los requisitos de no incitación a la violencia en la red social.
En tanto, la junta militar ha justificado la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó la Liga Nacional para la Democracia -partido liderado por Aung Sang Suu Kyi- como ya lo hizo en el 2015.
“Los responsables de las muertes y de las graves heridas de los manifestantes deben ser procesados”. Phil Robertson
Human Rights Watch Asia