‘Intangible: memoria de un bosque’ es la más reciente propuesta de Alexandra Trujillo sobre las relaciones de plantas y hongos
En los últimos dos años, la artista ecuatoriana Alexandra Trujillo ha desarrollado la muestra ‘Intangible: memoria de un bosque’, que se exhibe durante todo el mes en Quito.
Empezó en el 2019 con la exploración del bosque amazónico como un espacio de gran biodiversidad. En ese lugar, Trujillo se encontró con distintas especies de hongos propios de la zona y la singular y maravillosa red de ‘comunicación’ que forman entre ellos y con otras plantas.
El próximo 22 de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra. Según la Organización de las Naciones Unidas, los cambios en la biodiversidad por la acción humana tienen un impacto directo en “la nutrición, la generación de nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos en la distribución de plantas, patógenos, animales e incluso asentamientos humanos”, algo que se acelera por el cambio climático.
Trujillo es consciente de esos cambios, y en su proceso de investigación compara al bosque amazónico con un cuerpo vulnerable y presa de distintas formas de violencia, al que le otorga la cualidad de un cuerpo femenino. “Para muchos, el bosque no es un espacio tan cercano como para poder concebirlo como un cuerpo que necesita protección”, explica la artista.
“La naturaleza es un organismo vivo que es capaz de autorregularse”, dice Trujillo sobre el delicado sistema de equilibrio que mantiene el planeta por un sistema de comunicación tan sofisticado como intuitivo.
En ese contexto, Trujillo busca acercar la sutileza del sonido propio del bosque y el desarrollo de estructuras sensibles basadas en la arquitectura de estos organismos al espacio urbano. + Arte Galería Taller es el espacio que acoge esta muestra conformada por piezas de video-mapping, producciones audiovisuales, fotografía e instalaciones elaboradas a partir de distintos materiales.
Todas estas piezas, dispuestas estratégicamente en la galería, crean una serie de conexiones entre conceptos, obras y propuestas, convirtiéndose en una metáfora de la comunicación orgánica que la artista quiteña estudió en el bosque amazónico.
A partir de la macrofotografía, que muestra a detalle las complejas estructuras y diseños de distintos tipos de hongos, se desarrollan las instalaciones en metal, papel, lana y pintura. Los conceptos y las técnicas se derivan en la construcción de una caja inmersiva que toma como referencia los nidos de aves y tarántulas.
Este cubículo sobre el que se proyectan imágenes y sonidos del bosque se propone como en un espacio de meditación, que busca reconectar al humano con la naturaleza. A partir de esta experiencia sensorial, la artista quiteña invita al público que visita su obra a pensar sobre la relación del ser humano con la naturaleza, y a recuperar esa comunicación intuitiva con el entorno natural que le rodea.
Arte, biología, ecología, psicología, yoga encuentran puntos de intersección en la muestra ‘Intangible’, que se expondrá al público hasta el próximo 29 de abril. Los horarios para recorrer la exposición son de 11:00 a 13:00 y de 14:00 a 17:00, previa cita.