San Blas se organiza ante la inseguridad
Un grupo de volqueteros cerró ayer el paso por la Vía al Antisana, a la altura de San Alfonso, en Píntag, una parroquia de 20 000 habitantes, al oriente de Quito.
Esa carretera tiene 5,5 km de longitud y conecta a los barrios de San Alfonso, Verdepamba y El Chorro con el control pétreo de las minas y canteras del sector.
Los choferes protestaron porque en la vía funciona un punto de cobro manejado por el GAD de Píntag, donde las volquetas deben cancelar un dinero para pasar a las minas.
Los vehículos de un eje pagan USD 3 y los de dos, USD 5. Sin embargo, la calle se encuentra en pésimo estado.
Hay cientos de baches, los carros se movilizan con dificultad, y los bordes y cunetas están con tierra y maleza.
Solicitaron que el Gobierno de Pichincha se encargue de gestionar el punto de recaudación y del mantenimiento.
“Los recursos generados por el peaje también deben ser destinados a mejorar el estado de las vías”, dijo Álvaro Zimba, presidente de los 12 barrios del sureste de Píntag. “¿Dónde está ese dinero”, cuestionó.
Para Édgar Toapanta, presidente de la Asociación de Transporte Pesado en Volquetas y Maquinarias, las condiciones de la vía son terribles y hay indignación porque los vehículos se destruyen. Quieren que las competencias pasen al Concejo Provincial.
A la protesta se unieron los transportistas, mineros, dirigentes y vecinos de los barrios aledaños, quienes llegaron con carteles, banderas y pitos.
Javier Altamirano, vocero de la organización, contó que ya alertaron a la Alcaldía sobre lo que sucede y se envió un oficio a la Junta Parroquial para conocer la situación de la vía .
Altamirano tenía previsto ir a la Contraloría para solicitar que se realice una auditoría de lo que los vecinos denominan peaje y conocer qué se hace con los fondos recaudados.
Gabriel Noroña, presidente del GAD, aclaró que no se trata de un peaje, sino un control pétreo solo para los vehículos pesados que transportan los materiales que se extraen de las minas; los autos pequeños circulan libremente. Dijo que es una contribución por el daño ambiental que se provoca.
Añadió que la Junta Parroquial no tiene las competencias para construir vías o hacer intervenciones. “Solo podemos dar mantenimiento como bacheo y limpieza”.
A su juicio, entre los transportistas no hay conciencia y sobrecargan las volquetas, lo que daña la vía. Explicó que se ha trabajado con la Prefectura para realizar una intervención.
Dijo que se entregaron documentos a la Contraloría para transparentar los recursos que ingresan en ese control: USD 400 diarios. Ese dinero -aseguró Noroña- se ha invertido en obras que se enmarcan dentro de sus competencias como mejoramiento con asfalto caliente con una inversión de USD 400 000 desde el 2019.
Los vecinos de San Blas, un populoso barrio ubicado en el Centro Histórico, se unieron para conformar brigadas de patrullaje en las zonas más inseguras.
Dicen que los robos y asaltos se producen a cualquier hora del día. Uno de los hechos que causó mayor indignación fue el robo del que fue víctima un adulto mayor, a las 10:00 del 4 de abril. El incidente fue registrado en video.
En las imágenes se observa cómo una mujer sustrajo la billetera del hombre que caminaba sobre la vereda con la ayuda de muletas.
Juan Carlos Rojas, presidente de San Blas y la Tola Colonial, indicó que la víctima tiene discapacidad. En el momento del robo, el hombre salió a comprar víveres en una bodega. “La situación de la inseguridad es muy difícil y hemos conformado brigadas con las que salimos a patrullar”, manifestó el dirigente.
Para él, lo más preocupante es que el incidente ocurrió a pocos metros de donde funciona el Regimiento Quito 2.
La gente ha identificado que las bandas delictivas operan en grupos para arrebatar las pertenencias. Gilberto Martínez labora en un hostal ubicado junto a la Plaza Belmonte y cuenta que los delincuentes se aprovechan del descuido de los peatones para arrebatarles los teléfonos celulares, mochilas o bolsos.
Asu juicio, la Unidad Móvil de Atención Ciudadana de la Policía, que se ubica cerca de la plaza de San Blas, debe movilizarse en los puntos sensibles de inseguridad y no quedarse en un sector.
Asegura que los ladrones utilizan cuchillos. Hace un mes, dos jóvenes lo atacaron, pero logró escapar.