La cuencana Elizabeth bravo se alista para asistir a sus terceros Juegos olímpicos.
La cuencana de 34 años, exponente del triatlón, estará en Tokio. Su meta es cumplir otro ciclo olímpico y llegar a París 2024.
Cuando era niña, Elizabeth Bravo incursionó en el ballet, en la natación y con los años hasta empezó a destacarse en el atletismo, en la marcha olímpica. Sin embargo, con el triatlón, disciplina en la que incursionó en la adolescencia, alcanzó sus triunfos, como los obtenidos en la Copa Mundo Salinas 2017, y la clasificación a sus terceros Juegos Olímpicos
A pesar de lesiones y fracturas y hasta de haber perdido competencias por fallas mecánicas en la bicicleta, la cuencana ha encontrado nuevas motivaciones a sus 34 años e incluso anhela mejorar sus marcas para llegar a París 2024.
“Llegué a pensar que estos serían mis últimos Juegos, porque me sentía cansada. Muchas veces el sistema del alto rendimiento es difícil, no nos pagan a tiempo, a veces nos quedamos fuera por falta de recursos, pero cuando fuimos a entrenarnos cuatro meses a Australia (2020), me motivé y ahora estoy dispuesta a enfrentar el proceso de París”, contó la fisioterapeuta desde su natal Cuenca, vía telefónica.
Ella está consciente que atrás viene una decena de deportistas jóvenes, con aptitudes. “No sé si me clasifique, pero lo voy a intentar”.
En marzo del 2020, cuando aún se tenía la esperanza de que el coronavirus no paralizara al planeta, ella y Armando Matute compitieron en Australia en la Copa Mundo de Mooloolaba; Bravo se ubicó quinta y sumó puntos para el ranking olímpico. Sin embargo, con las restricciones que se impusieron en los aeropuertos para contrarrestar al covid-19, solo pudieron retornar a Ecuador a finales de junio del año pasado.
Cuando volvió implementó en su casa una pequeña piscina con un ‘motor sin fin’ para poder ejercitarse ante posibles nuevas restricciones. “Allí me entreno cuando cierran las piscinas o cuando tengo que nadar distancias cortas. En diciembre estuve lesionada, empecé a nadar hace poco y me ha servido. Es casi como nadar en el mar, contra la corriente”, contó la mamá de Juan Francisco, de 5 años, quien con pocos meses de nacido ya la acompañó a la cita de Río 2016.
Guarda recuerdos de los Juegos a los que ha ido (Londres 2012 y Río 2016). En su mente aún están vivas las imágenes de los escenarios, la villa olímpica... “Pensábamos que las de Tokio serían las mejores, pero habrá restricciones, aunque es preferible por la pandemia”, contó la atleta, quien hace 15 días ya recibió un folleto con recomendaciones para los Olímpicos, que se realizarán del 23 de julio al 8 de agosto.
En ese documento se explica, entre otros puntos, que los atletas serán sometidos a pruebas aleatorias de covid-19.
Por el momento, Bravo está clasificada por su posición en el ranking mundial. Así lo confirmó John Zambrano, vicepresidente del Comité Olímpico Ecuatoriano, a este Diario.
La triatleta cuencana confía en que su preparación de cientos de kilómetros, con jornadas de madrugada en piscinas, largas rodadas en bicicleta y exigentes entrenamientos de atletismo en pistas sintéticas le permitirán destacarse una vez más entre las mejores deportistas del mundo.
“Ella ha ido mejorando cada vez más, y al ser buena nadadora logra salir entre las primeras en los pelotones internacionales, por eso disputa buenos lugares”, explicó Karina Navarrete, exseleccionada ecuatoriana de triatlón.
Elizabeth mantiene su espíritu de luchadora y soñadora. Sus amigos y compañeros del triatlón la consideran una guerrera, porque siempre se proyecta en los podios y quiere ir a Tokio con ese propósito.