El poder se encoge
Las leyes establecen los límites del poder, sin embargo, siempre es elástico. Con las mismas leyes funcionan los autoritarios y los apocados. Estamos sufriendo una etapa de encogimiento del poder, los funcionarios y las instituciones se declaran incapaces de ejercer a plenitud y la corrupción se les echa encima y teje, como araña, ovillos paralizantes con hilos casi invisibles.
La Contraloría tiene miles de funcionarios, sin cabeza, sin capacidad de decisión, sin iniciativa. Nadie quiere nombrar Contralor. El Consejo de Participación Ciudadana dice que no tiene capacidad legal para nombrar un interino y pide una ley interpretativa a la Asamblea Nacional. Los diputados se encogen y dicen que no les corresponde. El titular, en prisión, no puede despachar ni nombrar sucesor. La encargada renunció y se mandó a cambiar. Cuando todos se encogen sugieren que están contentos sin Contralor, que no les conviene que haya Contralor.
Los juristas ofrecen soluciones variadas y opuestas. De pronto la ley ha incapacitado a todos. La posibilidad más lógica sería que el Consejo de Participación Ciudadana, que es el organismo encargado por la ley para designar contralor, cumpla su función y designe un contralor interino hasta que realice el concurso de méritos y designe al Contralor titular. Es una buena oportunidad para que este organismo demuestre su utilidad, antes de que los sepultureros, que vienen desde hace rato promoviendo su muerte, consigan su objetivo.
Algo parecido ocurre con el alcalde de la capital. Viene dando tumbos desde que se posesionó, ha quemado a todos los funcionarios y se ha quedado con los más ineptos, los incondicionales. La Justicia le tiene con grillete para que no escape, pero no progresa el juicio. El Concejo le ha destituido pero a la hora de ejecutar su decisión se ha encogido ante la picardía de jueces sospechosos. Una jueza de la niñez y no sé qué más dictaminó que no pueden participar en su destitución los concejales que se han manifestado en contra. ¿Podrán votar los que se han manisfestado a favor? O nadie.
El Tribunal de lo Contencioso Electoral confirmó la destitución. El dictamen de la jueza debe ser revisado por un Tribunal Provincial que se toma su tiempo. Mientras tanto aparece otro juez que previene al Concejo que no puede ejecutar la decisión del Contencioso hasta que resuelva el Tribunal Provincial. Así que tenemos en el caso un Concejo, dos jueces, tres tribunales; y el destituido sigue paseando su grillete por toda la ciudad y sigue cancelando y nombrando funcionarios casi todos los días.
Los políticos encuentran vacíos legales o ambigüedades en la ley siempre que les conviene. Los ciudadanos con sentido común saben que no hay violación del derecho del alcalde si es destituido por los concejales, pues ellos también son elegidos y lo son precisamente para fiscalizar al alcalde y destituirlo cuando incumple sus funciones.