Los dos equipos cosechan sus procesos de reconstrucción para volver a ser competitivos. El juego es a las 14:00.
En el 2011-2012, el Pescara ascendió a la Serie A del calcio con un equipo que demolía a sus rivales. Hizo 83 puntos en el ascenso y marcó 90 goles. 23 de los tantos fueron de Ciro Inmobile, a quien el técnico checo Zdenek Zeman juntó con otros ilustres desconocidos en la élite: Lorenzo Insigne y Marco Verratti.
Ahora, ninguno de los tres futbolistas es un ignoto. El trío disputa con Italia la final de la Eurocopa (hoy a las 14:00) ante Inglaterra. Lo hacen como protagonistas indiscutibles de la ‘Nazionale’, un equipo que se reinventó tras el descalabro del Mundial 2018, al que no pudo acceder.
Roberto Mancini es el capitán del barco. Asumió en mayo del 2018, meses antes de la Copa de Rusia, en donde Italia fue la gran ausente. Lejos de quejarse, el extécnico de Lazio y Manchester City empezó a configurar un equipo confiable, con base en experimentados e históricos como los zagueros Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini, pero sumando a talentos más jóvenes y de talento inconmensurable como los tres amigos del inolvidable Pescara de Zeman: Inmobile, Insigne y Verratti.
“Nunca he disfrutado tanto del fútbol como en esta época. En Italia hemos formado un equipo solidario, somos un grupo de amigos que queremos jugar, divertirnos con la pelota y hacer historia”, declaró durante los últimos días el bajito Insigne, cerebro del Nápoles del Calcio, de apenas 1.63 metros de altura.
Italia entró en un proceso de reconstrucción tras su fracaso del 2018. Puertas adentra, el paradigma del balompié ha cambiado: equipos como el
Atalanta y el Sassuolo han modificado los habituales patrones de juego reactivo y de choque del calcio. Los equipos atacan, demuelen a sus rivales desde la posesión, desde el dominio del esférico.
La Selección es un reflejo de esa metamorfosis en el juego: en los indicadores de la Eurocopa, fue el segundo equipo que más goles marcó: 12, uno menos que España, el rival al que eliminó en semifinales.
Su rival de hoy, Inglaterra marcó 10 tantos. Sin embargo, la portería de Jordan Pickford ha terminado sin recibir goles en cinco partidos del torneo.
Al igual que Mancini, el técnico Gareth Southgate moldeó en el cuadro de los ‘ Tres Leones’ a un equipo ganador, joven y ambicioso.
La historia es conocida: en el 2011, los clubes profesionales firmaron un acuerdo para potenciar sus categorías juveniles con el objetivo de tener jugadores nativos más competitivos en una Premier League dominada por futbolistas foráneos. Así, entró en vigencia el Plan de Rendimiento de Jugadores de Élite, que incluyó la búsqueda, detección e impulso de nuevos talentos.
Los resultados empezaron a cosecharse en el 2017, un año glorioso para el fútbol británico. En aquella temporada, In
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glaterra fue campeona de los Mundiales Sub 17 y sub 20 y de la Eurocopa Sub 19. Futbolistas como Phil Foden, Dominic Calvert-lewin y Mason Mount, entre otros, fueron apareciendo en las alineaciones del técnico Southgate.
A ellos hay que sumar talentos de más experiencia como el goleador Harry Kane, el ariete del equipo, y el veloz Raheem Sterling, a quien la Eurocopa le ha hecho recuperar su rol estelar luego de una temporada en la que Pep Guardiola no lo consideró como titular fijo en el Manchester City.
Inglaterra tiene jugadores de gran talento, pero muchas veces prefiere el duelo directo y las transiciones rápidas al ataque para generar situaciones de uno contra uno, aprovechando la gran riqueza técnica de sus ofensivos.
Hoy, las dos reconstruidas selecciones prometen un espectáculo de gran fútbol.