Cultivos y crianza de aves familiares se implementan en seis cantones
En 506 familias de barrios y comunidades del cantón Antonio Ante, en Imbabura, se implementan unidades productivas agropecuarias.
Estas son parte de un proyecto de seguridad y soberanía alimentaria que involucra a varios gobiernos locales, como parte de una estrategia para mitigar los efectos de la pandemia del covid-19.
Según Sherman Ortega, director de Desarrollo Económico de la Prefectura, 1 000 unidades productivas, principalmente de cultivos de hortalizas y crianza de gallinas de postura y engorde, se han impulsado desde agosto pasado.
Se desarrollan en 34 de las 36 juntas parroquiales en los seis cantones de la provincia.
En Antonio Ante, el municipio focalizó la ayuda a familias de las zonas alta de Andrade Marín y baja de Atuntaqui. También, a las parroquias Imbaya, Chaltura, Natabuela y San Roque. Entre los beneficiarios están madres solteras, mujeres que están al frente del hogar y padres de familia que perdieron su empleo.
El Cabildo invirtió USD 62 000 y la Prefectura, 38 000 para la adquisición de kits agrícolas y pecuarios. El primero contiene plántulas, semillas, abono orgánico, pala y otras herramientas. El kit pecuario contiene 10 gallinas ponedoras y 10 pollos camperos, alimento y vacunas.
Según Geovanny Cevallos, jefe de Desarrollo Social Dirección de Desarrollo Económico y Social del Municipio, en esta primera etapa se programan visitas a los hogares para capacitar a los beneficiarios en el trabajo de huertos orgánicos intensivos y crianza de animales menores. El objetivo es que cada unidad sea autosustentable con la venta de los excedentes.
Ana Terán cuenta que antes de la crisis elaboraba artesanías de madera. Pero, esta fuente de ingresos fue afectada; por eso, no dudó cuando le plantearon la posibilidad de incursionar en las unidades.