La ola de calor y el efecto invernadero
Desde finales de junio, Canadá y EE.UU. han enfrentado temperaturas altas que ya han roto todos los récords y han dejado cientos de personas fallecidas. Lytton, una localidad canadiense en el suroeste, ha sido una de las más afectadas. Los termómetros superaron los 49 °C, 20 °C sobre el promedio en esta época del año.
Este evento extremo es provocado por el cambio climático. Los gases de efecto invernadero provocan que la atmósfera absorba la radiación solar de onda larga, causando que la temperatura del aire se incremente. Entonces, los eventos que eran cíclicos aumentan en intensidad y periodicidad. Así lo explica Humberto Re, Ingeniero Ambiental y exsubsecretario de Cambio Climático.
En este contexto de aumento de temperatura se dieron otros fenómenos normales y anómalos. Dentro de lo normal está que durante el verano del Hemisferio Norte, el aire caliente, del ecuador hacia el Norte, tiene un desplazamiento más largo. Esta masa de aire se choca con sus pares frías, ocasionando un ‘jet stream’ u ondas horizontales de longitud amplia que se desplazan hacia el este, contrarias a la rotación de la Tierra.
Sin embargo, en esta ocasión, las ondas se quedaron atrapadas debido a un bloqueo de tipo Omega. Esto, considerado anómalo por Carrión, es lo que causó la ola de calor .
Los bloqueos de tipo Omega son sistemas que dependen de las propiedades físicas del aire, térmicas, de densidad, de velocidad, entre otras. Aveces, estos sistemas tienen una carga fuerte de densidad, el resultado es que se vuelven pesados y se ‘estacionan’. Es decir, se vuelven como un muro que evita que el ‘jet stream’ fluya.
El bloqueo, al mismo tiempo, genera fenómenos de liberación de energía como tormentas o huracanes. De esta manera se libera energía y se debilita, permitiendo que el ‘jet stream’ se desplace hacia el Este. Es por eso que en los últimos días las temperaturas han bajado en las zonas afectadas, aunque todavía no regresan del todo a la normalidad.