Un vistazo al cerebro de un murciélago revela pistas del GPS de los mamíferos
Al conducir hasta una intersección con mucho tráfico, probablemente una persona preste más atención a dónde estará en el futuro cercano que al sitio en el que se encuentra en ese momento. Después de todo, saber cuándo llegará a la intersección, y si debe detenerse o reducir la velocidad para evitar una colisión con un automóvil que pasa, un peatón o un ciclista, suele ser mucho más importante que conocer su ubicación actual.
Esta capacidad de centrarse en dónde se estará en el futuro cercano, en lugar de dónde estamos en el presente, puede ser una característica clave del sistema de navegación integrado del cerebro que tienen los mamíferos. Así lo sugiere un nuevo estudio que apareció en la revista Science .
Los neurocientíficos de la Universidad de California, Berkeley, rastrearon de forma inalámbrica la actividad cerebral de los murciélagos frugívoros egipcios mientras volaban a través de una sala de vuelo personalizada.
Cuando los investigadores compararon las rutas de vuelo de los murciélagos con sus lecturas neuronales, encontraron que las actividades de las “células de lugar”, un tipo de neuronas responsables de codificar la posición espacial de un animal, a menudo se correlacionaban con el sitio donde estos estarían en un futuro cercano, en lugar de donde estaban en ese momento.
“Queríamos averiguar si la actividad neuronal en el momento presente hace un mejor trabajo al representar una posición pasada o futura que con una posición actual. Descubrimos que, para algunas células cerebrales, la actividad neuronal en realidad hace un mejor trabajo para representar un supuesto futuro”, dijo el autor principal, Nicholas Dotson
Las células de lugar, ubicadas en el hipocampo, trabajan juntas para formar un “sistema GPS” innato para una variedad de animales terrestres, incluidos los humanos.
A medida que un animal explora un nuevo entorno, diferentes células de lugar se activan en diferentes posiciones, creando un mapa interno del territorio que se puede guardar y almacenar.
El descubrimiento de células de lugar en roedores fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2014, y muchos de los experimentos fundamentales se llevaron a cabo en las décadas de 1970 y 1980.
Los hallazgos de este nuevo estudio sugieren que la actividad de las células de lugar no solo representa una única posición actual, sino en realidad proyectan en el cerebro una trayectoria que se extiende hacia el futuro cercano y también hacia el pasado. “Podemos imaginarnos caminando por un pasillo e imaginar dónde estábamos y dónde estaremos en breve”, dice Dotson.