Huyendo de la crisis, venezolanos acuden en masa a Estados Unidos
contactar alguno”, cuenta Antonio. Desde 2013, cuando Maduro asumió el cargo, más de 6 millones de venezolanos han huido de una crisis económica que resultó en una escasez crónica de gasolina, agua y medicinas. Las protestas de 2014 y 2017 también provocaron una reacción violenta de las autoridades contra opositores.
La gran mayoría de los migrantes venezolanos se reasentaron en naciones cercanas, como Colombia, Panamá, Ecuador y México. Pero tras las medidas relacionadas con el coronavirus las economías de esos países se paralizaron, y miles se dirigen a Estados Unidos por tierra, en muchos casos, después de haber recibido información errónea de contrabandistas y otros sobre lo que les espera allí.
En marzo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, otorgó el Estatus de Protección Temporal (TPS) a migrantes venezolanos que viven en EE.UU., lo que les permite acceder a visas de trabajo y evitar la deportación.
Los expertos en inmigración dicen que la decisión ha causado confusión sobre a quién se aplica y puede ser uno de los varios factores que alimentan la migración. María Díaz, presidenta de la Alianza Venezolana Estadounidense con sede en Florida, indica que a inicios de julio su oficina recibió alrededor de 50 mensajes de venezolanos en el último mes que creían que serían elegibles para TPS si llegaban en agosto.
“Hay desinformación. También hay una falsa expectativa de que de alguna manera podrán pedir asilo y es muy fácil”.
Brian Fincheltub, jefe de asuntos consulares de la Embajada venezolana dirigida por la oposición en Washington, dice que existen crecientes redes de contrabando fuera de Venezuela, algunas de las cuales se aprovechan de los desesperados venezolanos.
Antonio, un contrabandista de El Salvador, señala que a inicios de julio recibió más clientes venezolanos en los últimos cinco meses que nunca. Desde el sur de México cobra USD 3 000 por llevarlos a la frontera de Estados Unidos, donde les instruye que se entreguen a los agentes fronterizos estadounidenses para solicitar asilo. Por el cruce ilegal más complejo hacia el sur de Texas, cobra USD 14 000.