DEG o el ‘regalo’ de 1 000 millones del FMI que dará oxígeno al país
La nueva medida del Fondo Monetario Internacional (FMI) que podría afectar de forma positiva a la billetera del país está cada más cerca de ponerse en marcha. Se trata de la posibilidad de que Ecuador reciba USD 1 000 millones “gratis” de parte del organismo internacional gracias a los Derechos Especiales de Giro (DEG). A diferencia de un préstamo común con el FMI, en esta ocasión el país no tendrá que cumplir con condicionamientos para recibir estos recursos y los costos de la operación son casi cero. Este mes se dio un paso clave en ese objetivo: el Directorio del FMI aprobó la asignación de USD 650 000 millones en concepto de DEG, el desembolso más grande de la historia del organismo hoy liderado por la búlgara Kristalina Georgieva. Luego de esto, el paso final será el visto bueno de la Junta de Gobernadores para aprobar la inversión que se encuentra planificada para fines de agosto. La aprobación de parte de esta Junta requiere el apoyo de los países miembros con una mayoría del 85% de la totalidad de los votos positivos. Los recursos, una vez aprobados, serán distribuidos entre todos los países miembros del organismo, especialmente las economías más vulnerables, incluida la de Ecuador . El DEG es un activo o una especie de “moneda” del FMI, que deberá ser convertida a dólares. “Esta es una inyección de ánimo para el mundo. La asignación de DEG reforzará la liquidez y las reservas de todos nuestros países miembros, afianzará la confianza y promoverá la resiliencia y la estabilidad de la economía”, recalcó Georgieva, impulsora del proyecto. El gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, dijo que el Gobierno espera los recursos para octubre próximo. En este mes se han mantenido reuniones con el FMI sobre la recepción de estas monedas digitales, que serán destinadas para gasto público y para alimentar las reservas internacionales del país. Estas asignaciones generalizadas de DEG sólo se han efectuado en tres ocasiones en la historia del FMI, según el portal argentino El Cronista. La primera asignación, por un total de 9 300 millones DEG, se distribuyó entre 1970 y 1972; la segunda, de 12 100 millones, se distribuyó entre 1979 y 1981; y la tercera, de 161 200 millones, se efectuó el 28 de agosto de 2009 a raíz de la crisis financiera del 2008. En esa ocasión, el país recibió USD 348 millones (224,1 millones de DEG, con una cotización base en ese entonces de 1,55 por cada activo). Luego, el 9 de septiembre de ese año, el ente canalizó otros USD 49 millones para el país. Ahora, existe la posibilidad de una cuarta entrega de DEG, lo que no sólo ayudaría a los 189 países miembros del FMI a paliar los efectos de la pandemia, sino que le permitiría al Gobierno de Guillermo Lasso inyectar algo de oxígeno a las alicaídas finanzas públicas. Los recursos son claves dadas las altas necesidades de financiamiento para este año que suman USD 8 886 millones. De ese monto, hasta ayer solo se habían conseguido 1859 millones, según la ejecución presupuestaria publicada por el Ministerio de Finanzas.