Guayaquil, en su camino de reactivación
Los 201 años de independencia se celebran en medio de nuevos desafíos para la urbe porteña. El combate a la inseguridad es una de las tareas prioritarias en esa hoja de ruta.
El Puerto Principal conmemora un nuevo año de su gesta independentista y celebra su autonomía y libertad. En la vida republicana, el peso de Guayaquil en el crecimiento económico del Ecuador es esencial; su condición de ciudad portuaria ha sido fundamental para el comercio exterior.
La raíz de su gente, con visión emprendedora y resiliente, es un puntal para encaminarse hacia nuevas metas. La ciudad se acopla y transforma.
La industria, el comercio, el avance tecnológico, los servicios financieros y el impulso a la competitividad que se genera en Guayaquil son de vital importancia para el desarrollo.
La celebración de los 201 años llega en momentos en los cuales la urbe porteña se plantea nuevos desafíos en el camino hacia la reactivación, tras dejar atrás los severos efectos ocasionados por la pandemia. De la memoria no se borran aquellas imágenes dramáticas ocasionadas por la dureza del covid-19 en su gente.
En el contexto de la crisis sanitaria, la actividad que mayormente se contrajo a nivel de Guayaquil fue la de la construcción, con una caída en ventas de 31% respecto a 2019. Y ahora ese es uno de los sectores que busca replantear sus estrategias para recuperar los niveles prepandemia.
Pero más allá de la perspectiva económica, algo que preocupa e inquieta tiene que ver con la inseguridad. En lo que va de lo año, más de 400 muertes violentas se han registrado en lo que se denomina como la Zona 8, que involucra a los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón. La incidencia del crimen organizado, la disputa de zonas para el expendio de estupefacientes, la violencia en los centros de rehabilitación social, entre otros, son aspectos que contribuyen al aumento de la inseguridad.
En situaciones complejas como estas cabe un trabajo articulado entre el Gobierno central, la administración municipal, el sector público y el privado, para definir estrategias conjuntas, más allá de reducir el debate solo al porte de armas.
Que la celebración de este aniversario de independencia sea el punto de partida para ver a una ciudad encaminarse al futuro con luz propia.