Científicos de la Universidad de California demostraron que este dispositivo favorece la interacción con pacientes
Un nuevo estudio desarrollado por la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) determina que la visita de un robot mejora las interacciones médicas para los niños hospitalizados.
Robin es un robot compañero social que mide aproximadamente 1,2 metros de alto y tiene la capacidad de moverse, hablar y jugar con otros mientras es controlado remotamente por humanos.
Los especialistas del programa Chase Child Life del UCLA Mattel Children’s Hospital realizaron visitas por video de una hora de duración con pacientes jóvenes usando Robin. Luego las compararon con interacciones usando una tableta o ipad, desde octubre de 2020 hasta abril de 2021.
Al final del período de estudio, los niños y sus padres fueron entrevistados sobre sus experiencias. Posteriormente, los investigadores utilizaron una transcripción de la discusión para identificar temas recurrentes.
El 90% de los padres que visitaron a Robin indicó que era “extremadamente probable” que solicitaran otra visita, en comparación con el 60% de los padres cuyos hijos interactuaron con la tableta.
Los niños informaron un aumento del 29% en el afecto positivo, descrito como la tendencia a experimentar el mundo de una manera positiva, incluidas las emociones, las interacciones con los demás y los desafíos de la vida, después de una visita a Robin. Asimismo, hubo una disminución del 33% en el afecto negativo.
Los niños que tuvieron una visita a la tableta informaron una disminución del 43% en el afecto positivo y una disminución del 33% en el afecto negativo.
El estudio se presentó el 11 de octubre en la Conferencia Nacional de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
Los especialistas en vida infantil que supervisaron las visitas con
Robin informaron beneficios que incluían una mayor muestra de intimidad e interactividad durante el juego, un mayor control sobre su experiencia en el hospital y la formación de una nueva amistad de confianza con el autómata.
“Nuestro equipo ha demostrado que un robot compañero social puede ir más allá de los chats de video en una tableta para brindarnos una forma más imaginativa y profunda de hacer que el hospital sea menos estresante”, dice Justin Wagner, cirujano pediátrico en UCLA Mattel Children’s Hospital y autor principal del estudio.
“A medida que la pandemia continúa, nuestros pacientes todavía se sienten ansiosos y vulnerables de diversas maneras, por lo que es fundamental que seamos lo más creativos posible para facilitar sus experiencias cuando necesitan nuestra ayuda”, señala Wagner.
El análisis también sugiere beneficios para el personal, incluido un mayor sentido de intimidad y concentración en el paciente, una mayor participación del personal en la atención social y una relativa facilidad para mantener las prácticas de control de infecciones. Así, la robótica se plantea como un apoyo en actividades sanitarias.