Piden que hospital funcione al 100%
LA PANDEMIA HACE MÁS NECESARIO EL HOSPITAL DE ESPECIALIDADES, QUE ESTÁ SIN PRESTAR SERVICIO EN SU TOTALIDAD.
Pese a sus 92 años, Angelita gozaba de buena salud, era activa y muy alegre, pero recibió una visita, se contagió de COVID-19 y murió.
Sus familiares sabían que Angelita (nombre protegido) estaba dentro del grupo de alto riesgo, por lo que desde marzo del 2020, que se reportó el primer caso de COVID-19 en Manabí, trataban de que nadie ajeno a la familia se le acercara, evitaban que saliera a la calle y cualquier tipo de contacto con personas para evitar el contagio.
Así transcurrió casi todo el 2020 hasta que llegó Navidad, cuando recibieron la visita de un familiar que llegó de Guayaquil y aparentaba estar bien, pero no fue así y terminó contagiando a Angelita con el virus.
“Los primeros días de enero se enfermó, la llevamos al hospital y allí le hicieron la prueba de COVID y salió positivo”, comenta una de las nietas de Angelita, quien prefirió que la llamen “Margarita”.
Entristecida, dice que su abuela falleció seis días después de que le hicieran la prueba. Sospechan que su familiar que llegó de Guayaquil fue quien la contagió porque también está hospitalizado en esa ciudad, con el virus.
Ahora, a Margarita le preocupa la salud de su madre de 68 años, quien cuidaba a su abuelita. Ella presenta síntomas del coronavirus, como dificultad para respirar, por lo que está en tratamiento médico y cumple el aislamiento en su casa.
Para los médicos y autoridades de salud, los feriados de Navidad y de fin de año, al igual que las aglomeraciones registradas el 29 de diciembre, cuando Barcelona se coronó campeón del fútbol ecuatoriano, fueron focos de contagio que ahora están empezando a aparecer y se ven reflejados en las cifras diarias del Ministerio
de Salud Pública (MSP). De acuerdo a esas cifras, junio fue el mes con el mayor número de contagios en Manabí, cuando se reportaron 2.210 nuevos casos. En julio fueron 2.043.
Desde ese mes, los contagios mensuales fueron decayendo hasta octubre, mientras que en noviembre hubo un leve incremento y se contabilizaron 1.709 casos nuevos.
En diciembre, las cifras de COVID-19 aumentaron y pasó a ser el segundo mes con más contagios, contabilizando 2.055 casos nuevos; mientras que en los primeros 16 días de enero se han reportado 1.284 casos positivos en Manabí. De seguir así, podrían superar las cifras de junio y diciembre.
FALLECIDOS. A Javier Rodríguez aún le duele la muerte de su padre, ocurrida hace nueve meses, por sospecha de coronavirus. Dice que es sospecha porque en abril del 2020, cuando fue ingresado al Hospital del IESS en Jipijapa, por problemas respiratorios, no le realizaron la prueba de COVID-19.
Su padre tenía 72 años, era diabético, pero tenía controlada la enfermedad y hasta ahora no saben cómo se contagió. “Desde que quedó hospitalizado no nos dejaron verlo, pese a nuestra insistencia; solo nos decían que estaba bien y por ratos se ponía inquieto”, señala Rodríguez, al recordar que por esos días las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales de Manabí estaban llenas, por lo que su padre no pudo ser derivado a otra casa de salud. Al menos eso le decían los médicos hasta antes del 11 de abril, pues ese día le informaron que su padre había fallecido por un “paro cardiorrespiratorio”.
A cinco horas de su deceso tuvieron que sepultarlo, y pasó a ser parte de la cifra “récord” de inscripción de defunciones por distintas causas que tuvo el Registro Civil ese mes, con 1.792 defunciones en Manabí, frente a las 555 que hubo en el mismo mes del 2019.
Rodríguez señala que una de sus hermanas ni siquiera pudo estar presente en el sepelio, pues días antes había sido ingresada a la UCI del Hospital de Especialidades porque también se había contagiado del virus. Recuerda que desde que
fue llevada al hospital, tampoco volvieron a saber nada de ella hasta después de dos semanas que una ambulancia la llevó a su casa. Durante su hospitalización, “Fernanda” dice que recibió buena atención, pero al estar sola, sin comunicarse con su familia, se deprimió tanto que hasta pensó en quitarse la vida dentro del hospital. “Es lamentable ver como los adultos mayores mueren, entre ellos estuvo mi papá. Yo corrí con suerte, porque en ese tiempo me encontraron cama en el Hospital de Especialidades, pero fui testigo de la depresión que se siente; a mis 32 años, llegué hasta pensar en tirarme por una ventana del hospital, por la depresión y la soledad que se siente al estar solos, ahora un adulto mayor, imagínese cómo se sentirá”, expresa con nostalgia.
En diez meses de pandemia, en Manabí han fallecido al menos 1.348 personas a causa del COVID-19 (se les realizó la prueba PCR), mientras que 1.063 han muerto con sospecha del virus. En total, 2.411 decesos, según las cifras del MSP. Solo en diciembre, los decesos confirmados a causa del coronavirus en Manabí fueron 109 y otros 10 con sospecha del virus. En los primeros 16 días de enero van 57 fallecidos confirmados y cuatro probables por el virus, es decir, un promedio de 3,8 muertes diarias. Pero el número de defunciones por distintas causas que hubo en el 2020 en Manabí, aumentaron entre el 36 y el 39% de los que hubo en el 2018 y 2019, cuando no había pandemia. De acuerdo a las cifras del
Registro Civil, de enero a diciembre del 2020 en Manabí hubo 10.265 defunciones inscritas, 3.738 más que el 2019 cuando hubo 6.527; mientras que en el 2018 fueron 6.289.
VARIANTE. La presencia de la variante de Reino Unido en el país preocupa no solo a las autoridades, sino a muchos ciudadanos.
Pilar Del Valle, habitante de Leonidas Plaza, en el cantón Sucre, considera que esta “nueva ola de contagios no es un juego”, pues los índices nacionales y provinciales así lo reflejan, y su cantón no se escapa de ellos, por lo que dice que la ciudadanía debe ser responsable y seguir las recomendaciones establecidas. Jhony Real Cotto, epidemiólogo, recalca que la nueva variante posee mayor transmisibilidad, pero hasta ahora los estudios no indican cambios en la gravedad de la enfermedad. “Eso quiere decir que los pacientes siguen teniendo su curso normal, la duración de sus fases: clínica, pulmonar, severa y, después de los 28 días, su fase de letalidad en personas que se han complicado con el COVID”, explica.
Por ahora, el MSP ha confirmado cuatro casos positivos en el país, y se han realizado las pruebas a las personas que tuvieron contacto con el paciente “cero” de la provincia de Los Ríos. En Manabí hay dos casos sospechosos.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, dijo que se han hecho las pruebas a los pacientes y se está realizando la secuenciación del virus para ver si se trata de la nueva variante. “Este es un mecanismo complejo que se hacía de manera muy limitada en el país, por eso hemos hecho convenios con la Universidad San Francisco de Quito, la Espíritu Santo de Guayaquil y nuestro INSPI (Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública)”, indicó. El epidemiólogo Jhony Real explica que la secuenciación se trata de la vigilancia genómica, donde se investiga las diferentes mutaciones del virus. “Eso puede demorar algunos días, puede ser dos semanas como un tope, o algo más, todo dependiendo de la capacidad”, indica.
El médico recalca que entre el 70 y 80% de las enfermedades respiratorias son muy difíciles de controlar porque se transmiten de persona a persona. “Aquí viene la necesidad de tener el cuidado correspondiente, de mantener siempre la mascarilla, el distanciamiento, el lavado de manos frecuente”, menciona, y advierte que al estar en etapa invernal se puede incrementar una serie de enfermedades respiratorias, incluidos el COVID-19 y sus variantes.
Frente a esta realidad, organizaciones sociales como la Comisión Anticorrupción, capítulo Manabí, exigen que el Hospital de Especialidades se ponga en funcionamiento al 100%.
OJALÁ A MEDIADOS DE AÑO PODAMOS TENER SUFICIENTES VACUNAS Y PODAMOS TENER UN CONTROL DEL COVID-19”.
JHONY REAL COTTO EPIDEMIÓLOGO
VAMOS A HACER LO NECESARIO PARA AMPLIAR EL NÚMERO DE CAMAS Y EXPANDIR ÁREAS DE HOSPITALIZACIÓN”.