FABRICIO Y LILIAN SE CASAN EN EL HOSPITAL
FABRICIO SALIÓ DE UCI Y LE PIDIÓ A SU AMADA QUE SE CASARAN EN LA MISMA SALA DONDE SE RECUPERA DEL CORONAVIRUS.
De pronto el sonido de las sirenas de ambulancias y de los llamados de urgencia, cambiaron por el de la marcha nupcial.
En medio de las circunstancias que se viven en el Hospital de Especialidades Portoviejo se escuchó el universal ta... ta... ta... taaan... que emocionados médicos y personal de sanidad expresaron de manera espontánea cuando la novia caminaba por los desinfectados pasillos de la casa de salud hasta la habitación de su amado. Fabricio Pérez Mero, un paciente de 34 años, que estuvo en las garras de la muerte y venció al COVID fortalecido por el amor a una mujer, luego de salir del coma inducido decidió casarse con ella. Permaneció durante 11 días intubado.
Al despertar dio gracias a Dios y luego decidió no diferir más su plan de antes de la pandemia: casarse con el amor de su vida, Lilian Alchundia Palma, de 29 años, a quien le pidió agilizar los trámites sin importar que estaban en una casa de salud.
Entonces todo el hospital se emocionó y se convirtieron en cómplices del amor. Una de las enfermeras que lo asistió en la UCI sirvió como dama de amor; el director médico, Fabricio Garcés, fue el encargado de llevar a Lilian hasta la cama del novio, quien recibió con su cubrebocas bien colocada y el corazón desbordante a una novia temblando de emoción que justo ese día cumplía años. Allí, delante del notario, se juraron amor eterno y se dieron un beso con sabor a mascarilla.
Lo importante era sellar su amor con el matrimonio. Los presentes se conmovieron hasta las lágrimas.
INGRESADO. Luego vinieron los aplausos y las frases de esperanza, sobre todo porque Fabricio va evolucionando bien.
Queda pendiente la luna de miel y un paseo para celebrar la unión formal. La novia, enfermera de profesión, contó que Fabricio, quien vive en Manta, enfermó y se complicó al punto que el 22 de marzo debieron ingresarlo al Hospital
de Especialidades, donde debido a la gravedad permaneció intubado por 11 días.
Recordó que en ocasiones ella pasaba sin comer, sin dormir, con la esperanza de que le dieran la noticia que su amado había mejorado en algo, que había saturado mejor, que sus pulmones respondieron. Al final, en los primeros días de abril ya los pronósticos médicos fueron cambiando, a tal punto que el domingo estaba tan recuperado que le propuso matrimonio y ella, sin dudarlo, le dijo que sí.