“EL JUSTICIERO”, 12 AÑOS SIN CULPABLES
AUNQUE HUBO DENUNCIA, NUNCA SE SUPO QUIÉNES LO EMBOSCARON.
A Mauricio Montesdeoca Martinetti lo señalaron de aplicar la justicia con mano propia y acabar con delincuentes.
Así nació lo que él llamaba un mito urbano. Doce años después de su muerte, Montesdeoca sigue en la memoria de muchos. Todos lo llamaban “El Justiciero” y su crimen, perpetrado por un comando armado, es otra incógnita, pues nunca hubo responsables.
Se trató de un atentado bien planificado con más de diez hombres armados que llegaron en dos camionetas y usaron armas de largo alcance para no darle oportunidad de escape. Lo mataron justo a la entrada de la urbanización en la que vivía.
INICIO. Montesdeoca, oriundo de Portoviejo, empezó a hacerse conocido cuando personas acusadas de ser delincuentes eran raptadas y aparecían muertas a balas, con las manos atadas, sin uñas o con partes de su cuerpo arrancadas.
Los cadáveres aparecían en zonas despobladas con un letrero que decía “El Justiciero”. Así aparecieron alias “Chani”, “Mano larga”, “Perro ñato” “Bomba”, “El chico del millón”, y otros tantos.
En el 2006 aparecieron en Manta cuatro cuerpos acribillados con un letrero que decía “Llegó el tsunami para los secuestradores. El Justiciero”.
Montesdeoca no fue procesado por esas muertes, porque no había pruebas, pero los familiares de las víctimas aseguraban que el ejecutor era a quien llamaban “El Justiciero”, acompañado por un escuadrón de seguridad que parecía tener visto bueno para actuar, pues nadie fue detenido por esos ajusticiamientos en Manabí. Montesdeoca comentó en entrevistas dadas en esa época que él era sólo informante de la Policía.
Sin embargo, un informe policial hecho público recoge que Montesdeoca participaba en los operativos ‘con uniforme policial, chaleco, casco y un fusil HK calibre 5.52’, según informó el diario español Público.
Walter Pulgarín, periodista portovejense, tuvo un acercamiento a “El Justiciero” y cuenta que a Montesdeoca le encantaba la prensa, pero no cualquiera podía entrevistarlo.
“Era todo un proceso. Yo tuve la oportunidad de llegar a él por medio de un allegado, pero siempre con temor de lo que pudiera pasar, por eso me aseguraba de que varias personas supieran dónde iba a estar, lo que iba a hacer y con quién iba a dialogar”, explica.
Pulgarín detalla que la primera ocasión que vio a Montesdeoca sintió algo de temor, pues “El Justiciero” era una persona con una mirada seca e intimidante y siempre se rodeaba de otras personas que tuvieran su misma contextura, probablemente para confundir a sus rivales.
“Le encantaban los titulares grandes de la crónica roja. Parecía tener un gusto cuando leía frases como ‘Acribillan a cuatro hombres’, ‘Los asesinan y los dejan abandonados” y crímenes fuertes que ocurrían en la provincia”, comenta.
También recuerda que antes de Montesdeoca era poco lo que se hablaba de sicariato en Manabí, pero luego del asesinato de “El Justiciero” este tipo de hechos se multiplicó.
INCÓGNITA. Hoy, se cumplen 12 años del crimen de “El Justiciero”, una muerte que dejó muchas dudas, pues incluso se aseguró por parte de amigos de Montesdeoca que fue un crimen ordenado desde “las altas esferas”.
Quienes lo conocieron aseguran que el personaje “El Justiciero” nació un día de los Santos Inocentes, el 28 de diciembre de 1997.
44 ORIFICIOS
HECHOS POR LAS BALAS TENÍA EL CARRO EN EL QUE VIAJABA MONTESDEOCA CUANDO LO MATARON.
Aquella noche fue testigo del asesinato de sus hermanos, un primo y un amigo, con quienes compartía en el portal de su vivienda, en la avenida Manabí.
Tras sobrevivir al ataque, Montesdeoca se fue a vivir a Estados Unidos.
Cuando regresó, los supuestos asesinos de sus familiares fueron apareciendo acribillados, uno a uno. Entonces se empezó a especular que Montesdeoca colaboraba como informante del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y que recibió entrenamiento en Israel sobre manejo de armas y combate contra fuerzas hostiles.
Sobre su viaje a Israel, Montesdeoca en varias entrevistas reconoció haberlo hecho, pero dijo que eran cursos de seguridad, pues su actividad económica en Manabí era su compañía privada de seguridad. Según versiones de familiares de las víctimas, Montesdeoca mató a los asesinos de sus hermanos y luego a otros delincuentes.
Por esa razón lo bautizaron como “El Justiciero”.
Por muchos años Montesdeoca no se pronunció ante los medios de comunicación. Y los señalamientos que le hacían los familiares de las víctimas quedaban en nada.
LA POLÍTICA. Cuando Montesdeoca vio que su popularidad creció con el mito de “El Justiciero” decidió ser político.
Se cubría con un pañuelo para no tener que mostrar totalmente su rostro.
En la época como candidato descartó haber cometido crímenes y aseguraba que todo se trataba de leyendas urbanas.
Diez años después del crimen de sus familiares, Montesdeoca participó como candidato a asambleísta constituyente, tras haber creado el movimiento Justicia Libertaria Alfarista (JLA).
En medio de los recorridos durante la campaña y en las entrevistas, evitaba las fotografías y, cuando aparecía, cubría su rostro. Tras perder la elección, fue candidato a alcalde de Portoviejo y ya para esa época mostraba libremente su rostro.
En febrero del 2008 en Manta anunció su candidatura.
Montesdeoca luego denunció en la Fiscalía, Ministerio de Gobierno y Presidencia de la República, a varios policías del Grupo de Apoyo Operacional (GAO), por supuestamente tener nexos con bandas delictivas como “Los Choneros”. En esa misma época apareció una denuncia contra Montesdeoca ante el fiscal César Ponce, por la muerte de dos hombres en Manta. En esa época Redway Velásquez, director provincial del movimiento Justicia Libertaria Alfarista,
declaró que tras denunciar a los policías, Montesdeoca recibió amenazas de muerte, lo que obligó a salir del país.
LA EMBOSCADA. “El Justiciero” tenía 38 años cuando murió, se dirigía a su casa, ubicada en la ciudadela Ceibos del Norte, acompañado de su chofer. Varios testigos afirmaron que cuando el guardia de la urbanización iba a abrir la puerta, aparecieron dos camionetas de las que se bajaron varios hombres que empezaron a dispararle a Montesdeoca. Herido, se bajó a responder a sus atacantes, pero el comando armado lo liquidó. En total a Montesdeoca le dieron trece tiros. El asesinato ocurrió el 15 de julio del 2009, a las 00h30 aproximadamente.
SIN CULPABLES. El carro en el que iba Mauricio, un Nissan Pathfinder, tenía 44 orificios. El chofer sobrevivió.
Montesdeoca era casado y tenía una hija de 5 años. Su muerte fue investigada, pero no hubo culpables. Las investigaciones determinaron que las balas que acabaron con “El Justiciero” fueron de fusil, armas que generalmente son usadas por grupos especiales de la Policía.
12 AÑOS
HAN PASADO DESDE QUE FUE ASESINADO “EL JUSTICIERO” Y TODAVÍA NO SE HALLA A LOS CULPABLES.