AÑORAN LAS FIESTAS DE SAN PEDRO Y SAN PABLO
PICOAZÁ. SE CALCULA QUE LOS FESTEJOS EN ESTA PARROQUIA MOVÍAN UNOS 500.000 DÓLARES CADA AÑO.
Abraham Tejena recuerda nostálgico las fiestas de San Pedro y San Pablo de Picoazá, donde él y su banda de músicos eran protagonistas.
Tejena es considerado uno de los mejores saxofonistas de la zona. Mencionó que la demanda por bandas de pueblo desde junio hasta septiembre en Picoazá y más poblaciones de Manabí lo hizo crear su propio grupo llamado Banda San José, con la que tuvo actividad hasta el 2019.
En época de fiestas, un músico ganaba entre 35 y 40 dólares por día
Por la pandemia del coronavirus las festividades, se suspendieron y la empresa no soportó los dos años de inactividad. El grupo se disolvió y ahora Tejena vende lotería en las calles de la parroquia.
Leonardo Álava, en cambio confecciona cintas, banderas y todos los recuerdos para los presidentes de los gabinetes de San Pedro y San Pablo. Dijo que las fiestas en Picoazá mueven mucho dinero porque los integrantes de las cortes de toda la provincia llegan a contratar servicios. Indicó que solo en esta parroquia las fiestas duran una semana. Las personas contratan comida, bebidas, bandas de pueblo, orquestas, ropa y muchos servicios adicionales.
En su caso, dijo que desde mayo hasta septiembre tenía un ingreso total de unos $35.000, los cuales le permitían contratar hasta once ayudantes, quienes se quedaron sin trabajo.
En el 2020 no generó nada, se enfermó de covid y estuvo grave. En el 2021, su movimiento económico suma unos mil dólares, precisó.
INGRESOS. Rafael Palma, quien elabora dulces artesanales, agregó que en un día de fiesta en Picoazá podía llegar a vender entre 300 y 400 dólares.
Los habitantes calculan que en esos días se mueven unos $500 mil. Basan sus cálculos en que cada uno de los 8 presidentes que se eligen tienen un gasto de 20 mil dólares, que suman $160.000. Luego, dicen viene la inversión de los integrantes de los gabinetes, además de quienes participan de los festejos.
En el 2021 los integrantes de los gabinetes intentaron retomar los eventos, pero se limitaron a los religiosos. Durante los últimos días de junio se realizaron misas y los eventos tradicionales de posesión de los presidentes para el siguiente año, sin el jolgorio y los banquetes de antes.
QUIENES PARTICIPAMOS DE LAS FIESTAS LO HACEMOS DE CORAZÓN Y COMO UNA TRADICIÓN DE LA PARROQUIA”.