Memorias y victorias
En las ciudades, metrópolis, urbes, cerros, ensenadas, carreteras, cementerios y hasta en el pueblo más remoto de este planeta, existe levantado un monumento. Estos obeliscos generalmente están dirigidos a recordar y conmemorar un acontecimiento épico, heroico, independentista o también el logro singular de un prominente ciudadano. Asimismo, para destacar un trabajo científico, literario o primoroso. Del mismo modo estas obras tienen un valor histórico, religioso, artístico y arqueológico.
La historia en todas sus etapas, siempre se ha basado en el escrupuloso estudio de estos objetos y documentos y que además son útiles para la investigación de los hechos.
En el mundo siempre han existido magnos y prolíficos escultores como Alcómenes, Filippo brunelleschi, el inigualable Michelangelo Buonarroti, Leonardo Da Vinci, Bartolomé Ordóñez y muchos contemporáneos más, que con sus inspiraciones crearon bellas obras que han inmortalizado hechos y personajes y que la humanidad los recuerda y exalta.
En Portoviejo existen un sinnúmero de monumentos que recuerdan gestas, protagonistas, fundadores, patriotas, educadores, artistas, vates, guerrilleros, y otros, lo que es un indicativo del aquilatado acervo y la cultura nuestra y la perenne reminiscencia para ellos Los íconos religiosos, tienen un lugar especial en nuestra religiosidad, en ellos no sólo se venera, sino que el imaginario de muchos creyentes se transforma en una fe profunda. y muchos grabados pictóricos y murales de orquestas y cantantes foráneos también hablan de la exuberante historia musical y bailable reciente de esta ciudad, que los acogió amablemente.
En mi andar vivencial, por muchos años hice dirigencia comunal con la “Agrupación Cayambe”, en el parque Cayambe de Portoviejo. En el año 2012 decidimos construir un monumento para hacer justicia histórica y honrar la memoria del militar fallecido Jaime Gordon Segovia, quien, en su estadía como jefe de la guarnición castrense de esta capital, inició la construcción de la cancha y juegos infantiles en el hoy popular parque que acoge a cientos de visitantes y deportistas a diario. Trabajando con denuedo, batiendo cemento y fundiendo el hormigón, con nuestras manos y sin recibir ayuda económica ni material de las “autoridades” hicimos lo propuesto. En el mes de agosto del año 2014 en formal ceremonia con la asistencia de los militares y familiares del homenajeado, entregamos con enaltecedor orgullo y atiborrada satisfacción, nuestra obra a la ciudad, recibiéndola el señor alcalde Agustín Casanova.
Mientras escribía este artículo, fallecía don Ulbio Cantos, un querido y respetado morador de este lugar que fue parte de nuestra añorada agrupación.