Valorar nuestra salud mental
Los problemas de salud mental se presentan en diferentes formas de trastornos como el bipolar, depresivo, ansiedad, mentales, de personalidad, alimentación, obsesivo compulsivo, trauma, estrés y otros más complejos y profundos.
Anteriormente se calificaba a la ligera algunos de estos cuadros y, por ejemplo, los llamados niños inquietos en exceso, se determinó con el tiempo que tenían un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y a veces sumado a esto trastornos del aprendizaje. Algunos de estos cuadros simplemente no se diagnostican con facilidad y las personas sufren en silencio porque no pueden adaptarse a su medio llámese éste hogar, escuela, amigos, etc.
Como lo escribí hace unos meses, no soy experta en el tema, pero sí me interesa mucho, ya que es una realidad más cercana de lo que la mayoría creemos; y en ocasiones por no recibir ayuda, personas han terminado con desenlaces fatales.
Muchas veces no damos la importancia que necesita la salud mental, y nos enfocamos sólo en temas físicos; y realmente se debe trabajar en la salud integral. Ésta debe ser una política de Estado, un derecho y se debe promocionar más las acciones que se realizan a nivel público. Hoy, 10 de octubre, se recuerda el Día Mundial de la Salud Mental y el lema escogido este año por la Organización Mundial de la Salud es “Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad”. Y la OMS hace énfasis de cómo la pandemia de COVID-19 afecta a miles de personas, entre ellas el personal médico, estudiantes y personas con afectaciones previas. En la página web de la OMS hay más información.
A veces se piensa que recibir esta atención especializada es inaccesible de forma particular, sin embargo, tanto el Ministerio de Salud Pública como el IESS dan este servicio.
El MSP tiene programas, y en la capital manabita se brinda atención psicológica en tres lugares: centro de salud Portoviejo, CS Calderón y CS Andrés de Vera; este último, por ejemplo, tiene el denominado servicio ambulatorio intensivo que busca trabajar con personas que presentan consumo problemático de alcohol y drogas. Es un espacio voluntario y los interesados acceden a información de manera directa; cosa similar pasa con las personas que tienen pensamientos suicidas, quienes serán atendidas con prioridad. Se escucha, además, a quienes tengan ansiedad, depresión, y otros trastornos.
Cada ser humano debe pensar en este tema, recibir atención si lo considera necesario; y no dejar que le afecten los comentarios que a veces se emiten irresponsablemente. Y también los padres debemos observar la salud mental de nuestros hijos, siempre.