Volver la mirada al campo
Miami.- Circulando por las zonas rurales del estado de Florida se aprecia las grandes extensiones agrícolas cuidados y técnicamente cultivadas. ¿Por qué no en Ecuador para recuperar esa riqueza maltratada?
Nuestro gobierno debe volver a mirar con acentuado interés al campo, donde reside la mayor fuente de recursos que desde hace rato esperan por una explotación decidida y razonada de sus gobiernos.
Si bien la agricultura y la ganadería, especialmente, no han dejado de ser considerados factores de ingresos permanentes para el país, las facilidades, novelerías y hasta fanfarronerías empujaron a mirar con mejores ojos la explotación del llamado oro negro, mucho más luego de experimentar las veleidades que ofrecía su pronta comercialización.
Sin embargo, la tramoya empezó a desbaratarse al conjuro de una lógica, dura, permanente y despiadada competencia dentro del exclusivo club de productores y exportadores de la también denominada sangre del diablo, por considerarse al líquido viscoso y negruzco causante de guerras, genocidios y desastres que mantienen a muchos países en la tragedia.
Y si ha deparado progreso a nuestra nación la extracción del petróleo de las fuentes propias -localizadas en una de las regiones del mundo en donde la naturaleza aún puede ser considerada virgen, como es la Amazonía-, la siembra del mismo no llegó a ser cumplida a satisfacción como fuera anunciada desde el inicio de la era petrolera, durante la época de dictaduras militares sucesivas como la del general Rodríguez Lara. Es que, considerado Ecuador como un país de esencia agrícola, uno de los objetivos de la riqueza que conllevaba la