Ecuador parece Ucrania
El país parece vivir bajo un constante asedio como si estuviera librando una guerra contra un enemigo poderoso. Pero no uno cualquiera. Se trata de un enemigo recio, fuerte, vigoroso, de iniciativa, provisto de todas las armas, de las tradicionales, eso sí modernizadas, y las de última tecnología.
Es un enemigo que no conoce descanso, que no cesa de atacar, que no sabe lo que es tregua ni cese al fuego aunque sea temporal. Su táctica parece ser: fuego constante a cualquier objetivo y a cualquier hora para destruir todas sus defensas y aniquilarlo o al menos ponerlo de rodillas para cuando llegue ese momento someterlo a voluntad y firme su rendición incondicional.
Así luce, lamentablemente, la situación del país. Ecuador resiste, es cierto, pero a un costo muy alto que pagamos todos. Es que resulta inexplicable que las fuerzas políticas libren una guerra así de cruenta cuando el mundo y el país están gateando para salir de la crisis generada por la pandemia del covid.
Los políticos como que no caen en la cuenta, como si vivieran en otro mundo, que en este proceso no podemos perder un solo minuto porque de lo contrario la pobreza se incrementa con todo lo que ello implica cuyo subproducto, lo dicen algunos estudiosos del tema, podría ser la delincuencia.
Es por esto que resulta incomprensible y alucinante que esta guerra entre ellos se intensifique cuando todo el país está literalmente doblegado por los delincuentes. Luce entonces muy extraño que los políticos en posición de diseñar y ejecutar políticas públicas no se sienten a conversar sobre cómo combatir con eficacia a los que todos los días viven al margen de la ley, para citar un ejemplo.
La delincuencia, después de todo, no es el único problema. Hace poco leía la nota de una experta en el tema educativo que decía que en el sector rural ha encontrado chicos de quinto grado ¡que no saben leer! Y mientras esto ocurre, los políticos, como si no pasara nada, siguen guerreando y Ecuador perdiendo. Resulta imprescindible, por tanto, que en estos tiempos de crisis global se entienda que el país no es Ucrania, no puede ser el escenario de una guerra sin fin entre políticos porque simplemente Ecuador es el que pierde. Deben proclamar un armisticio y crear leyes que estimulen la creación de empleo y riqueza.