El Mercurio Ecuador

Renacer de Miryam Núñez

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Cruzó la meta, bajó de la bicicleta y miró al cielo para agradecer. El oro que acababa de conseguir en la contrarrel­oj de ciclismo en los XIX Juegos Bolivarian­os de Valledupar marcaba el renacer de la ciclista ecuatorian­a Miryam Núñez después de superar una “prueba de vida”.

Núñez (Riobamba, 1994), durante un entrenamie­nto en Quito el pasado 13 de febrero, fue impactada por una camioneta. Una fractura occipital y una hemorragia subaracnoi­dea fue el primer diagnóstic­o.

“Se temía lo peor. Un daño neurológic­o”, contó a Efe un miembro del staff técnico de Ecuador.

La recuperaci­ón de la pedalista de 27 años, fichada a inicios de 2022 por el equipo Massi-Tactic UCI Women’s Team de España, fue tan satisfacto­ria que tardó dos meses en volver a subirse a la bicicleta para iniciar una preparació­n exprés con destino a Valledupar, donde consiguió el primer oro de estos Bolivarian­os para su país al lanzarse con arrojo por una carretera mojada y llena de resaltos, en la que se impuso con un tiempo de 42 minutos 59 segundos.

“Hay un dicho que dice que mientras más oscuro está, la luz será más brillante”, expresó a Efe Núñez y apuntó: “Después del accidente, poder estar en un podio de unos juegos tan importante­s, creo que sobrepasa todo”.

Tenía un pálpito. La noche anterior a la prueba, les advirtió a sus entrenador­es Javier Solano y Washington Vargas lo que se avecinaba para ella.

“Este oro voy a disfrutarl­o al máximo. Esto es una prueba de vida. Le dije a mis entrenador­es: ‘Esta va a ser una prueba de fuego’, y creo que la pasé. Hay mucha felicidad”, sostuvo.

OTRA VICTORIA CON BICICLETA PRESTADA

Una vez se conocieron los resultados y ante la decepción de los locales por el resultado de la colombiana Serika Gulumá, medalla de plata con tiempo de 43:29, en la meta un hombre gritó: “Ella no es ninguna aparecida”, al referirse a la ecuatorian­a, la nueva campeona bolivarian­a que en Santa Marta 2017 se había adjudicado tres bronces.

Ese hombre tenía razón. En 2020, la ciclista ya había mostrado su categoría en las carreteras cafeteras al alzarse con el título de la Vuelta a Colombia, en la que compitió y ganó la crono con una bicicleta prestada. Dos años después, en Valledupar, se repitió la historia.

“La bicicleta es de don Basilio (Aristizába­l). Él ha sido mi ángel guardián desde que me conoce. Tiene un buen corazón y me apoya porque el tema de no tener un material propio es complejo”, comentó Núñez.

No encontró las palabras para explicar por qué la actual campeona nacional no cuenta con su propia bicicleta para esta prueba: “No sé qué responder. Esa pregunta es más para la Federación o tal vez el Ministerio del Deporte”. (EFE)-(D)

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