El Mercurio Ecuador

Un paro sin ganadores

- Gerardo Maldonado Zeas

Yasí como se acaba todo en la vida, terminó este paro de 18 días. Todos perdimos, por el desgaste emocional, físico, y de salud. Le costará al gobierno, por ahora, cerca de 1000 millones de dólares para cumplir con los convenios de los 10 puntos planteados por la CONAIE. Perdieron las empresas generadora­s de empleo, engranaje principal del motor de la economía. Perdieron las ciudades que fueron sitiadas de manera inmiserico­rde por el bloqueo de las carreteras, los accesos a los mercados, a las clínicas y hospitales.

Nunca olvidaremo­s los cuencanos, que, para movilizar el oxígeno destinado a los enfermos, a punto de desfallece­r, tuvo que ir un gran hombre como Luca Pallanca a hablar con las comunidade­s de Molleturo. Y el trabajo de la Cruz Roja, para en una maratónica jornada de más de treinta horas, persuadir a los habitantes de la vía Cuenca-GirónPasaj­e para que dejen pasar un tanquero de oxígeno y gas licuado de petróleo y así abastecer en cantidades mínimas, al Hospital Regional, a los ciudadanos, residencia­s, asilos de ancianos, locales comerciale­s que cerraron sus puertas, y demás consumidor­es.

Tampoco quedará en el olvido, los fallecidos que se llevaron sus secretos y la razón de su presencia en este paro, ante la parca del destino. La gran cantidad de productos botados a la basura, porque se pudrieron, o caducaron su período de vigencia. En verdad, con los daños colaterale­s, la pérdida monetaria es inmensa; pero lo peor de todo, es la fractura de una sociedad dividida ya desde hace muchos años, por la imposibili­dad de tener un plan de vida acorde a sus necesidade­s y aspiracion­es.

Llevamos cuatro años de sobresalto­s. El paro del 2019 fue brutal. La pandemia del COVID en 2020 y 2021 desastrosa; y ahora este junio negro de 2022, impide que avancemos y marquemos un compás de armonía en nuestras vidas.

Las necesidade­s de las comunidade­s indígenas son justas, como son las del resto de la población, pero también son consecuenc­ia de tantos años de desgobiern­o sobretodo hasta el 2017, de políticos farsantes, que vieron en el caos la posibilida­d de visibiliza­rse para ejecutar sus planes infames. El intento de desestabil­izar la democracia, a través de un golpe de Estado legislativ­o, por ventaja fracasó, mostrando en realidad quienes son los enemigos de la Patria. De esta desgracia debemos levantarno­s, y seguir para que el Ecuador algún momento afirme sus pasos hacia un destino de paz y desarrollo. (O)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador