Latinoamérica:
Necesitan “más gasolina” a precios justos para no apagar los motores de la productividad en la región.
El elevado costo de los combustibles en América Latina ha hecho que transportistas y productores de alimentos salgan en los últimos días a las calles a gritarle a sus respectivos Gobiernos.
Argentina
En Argentina, la escasez de gasóleo se agrava desde hace semanas y ya se ha extendido a prácticamente todas las provincias. Argentina carece de capacidad para abastecer la demanda interna, por lo que debe importar de diversos lugares del mundo, y ello a pesar de que posee el yacimiento de Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo. Pero el proyecto se encuentra aún en una etapa incipiente de desarrollo. Como respuesta a la crisis, el Gobierno del presidente Alberto Fernández ha prometido incrementar las importaciones, y hace casi dos semanas anunció la decisión de elevar el porcentaje de biocombustible que debe tener el gasóleo en su elaboración para paliar la escasez.
Ecuador
Por otra parte, la mecha que ha encendido el “polvorín” en el que se ha convertido Ecuador desde hace dos semanas también fue, precisamente, el precio de los combustibles. En consecuencia, la producción de la estatal Petroecuador ha caído a menos de 200.000 barriles por día. Desde el inicio de las protestas ha dejado de producir 1,2 millones de barriles de crudo. Actualmente, la gasolina extra tiene un costo de 2,40 por galón, mientras que el diésel es de 1,75 dólares.
Panamá
Aunque en Centroamérica el malestar que aqueja a otras partes de América Latina por el alto costo de los combustibles todavía está controlado, lo cierto es que los Gobiernos han empezado a tomar medidas. De este modo, el Ejecutivo de Panamá congeló temporalmente en junio el precio del combustible en 3,95 dólares el galón, primero al transporte público de pasajeros, buses colegiales y algunos vehículos agrícolas, y ahora al transporte de carga agropecuaria, para así paliar la histórica alza de la gasolina y el diésel que calienta las calles de este importador neto de hidrocarburos. El costo del combustible en
Panamá se ajusta cada dos semanas. Actualmente, en la capital el galón de gasolina de 95 octanos se vende a 6,01 dólares, el de 91 en 5,47 dólares, y el diésel en 5,26 dólares, pero estos costos se elevan en el interior del país.
El Salvador
En tanto, en El Salvador, la Asamblea Legislativa, controlada por el presidente Nayib Bukele, ha congelado los precios de los combustibles durante tres meses, hasta finales de agosto, con el objetivo de amortiguar las alzas. Para ello, los legisladores han dado luz verde a un subsidio para los combustibles por valor de 20 millones de dólares mensuales, además de suspender temporalmente dos impuestos.
Nicaragua
En Nicaragua, a pesar de que el galón de la gasolina supera los cinco dólares, no ha habido manifestaciones en las calles, tal vez porque están prohibidas desde septiembre de 2018, cuando estalló la crisis sociopolítica que desde entonces vive el país. Organizaciones opositoras han llamado a los nicaragüenses a no comprar combustibles los miércoles, pero es imposible medir el alcance de esta medida de presión. Lo que sí se ha comprobado es la contundencia con la que actúan las autoridades.
Honduras
En Honduras, donde la gasolina superior subió a 5,9 dólares el galón, numerosos sectores exigen la reducción del costo de los combustibles, así como el de otros productos y servicios que llevan subiendo desde que comenzó la guerra en Ucrania. Una de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno que preside Xiomara Castro ha sido la congelación durante cuatro semanas a partir de este lunes del precio de la gasolina regular y del diesel, para así aliviar el impacto derivado de la crisis internacional, y un mecanismo mediante el cual, la mitad de los empleados públicos ejercen sus funciones de manera presencial y la otra mitad lo hace desde su casa.
Costa Rica
Costa Rica no ha habido protestas masivas por el alto costo de la vida, pero el precio de los combustibles está en máximos históricos de alrededor de 1,5 dólares por litro de gasolina, lo que también ha provocado aumentos en las tarifas de autobús. El presidente Rodrigo Chaves se ha negado a apoyar iniciativas para bajar el impuesto a los combustibles argumentando que no quiere crear un hueco en las finanzas estatales y ha admitido que el precio no disminuirá sustancialmente porque depende de factores internacionales. (EFE)