El abuelo nos comenta: El sedentarismo afecta seriamente la salud
La sociedad actual se halla cada vez más propensa a la “comodidad” que aparentemente le prodiga o brinda la tecnología, todo lo cual, le ha conllevando a un constante y mayor sedentarismo que le aleja de la actividad física diaria que es parte muy importante en la conservación de la salud. Desde tiempos inmemoriales, los médicos griegos ya recomendaban sobre la importancia de realizar ejercicios, de realizar grandes caminatas, ya referían aquello que hasta ahora se recuerda: “en cuerpo sano, mente sana”. También solían recordar los médicos griegos: “Que, de la misma manera, como los arboles necesitan del viento para moverse y crecer, nutrirse de la savia; los seres humanos, requieren de la actividad física para mantener la salud”.
En consecuencia, una vez convencidos de la importancia de la actividad física para prevenir enfermedades y preservar la salud, cualquier edad es adecuada para iniciar una actividad deportiva. Aun cuando una persona ya sufra determinadas complicaciones a causa de la edad, nunca será tarde para empezar a realizar ejercicio, ya que se ha demostrado que sus beneficios mejorarán la calidad de vida.
De todas las actividades deportivas, las más recomendables para los adultos mayores son la caminata, la natación, la bicicleta estacionaria, los aeróbicos, la gimnasia corporal. Entre ellas se debe elegir cuál le beneficiará más, de acuerdo con su entorno ambiental, por ejemplo, si existen parques, escuelas de natación, o gimnasios cerca de su domicilio.
También es de suma importancia que el adulto mayor escoja la actividad que más le agrade, no importa que nunca la hubiera practicado con anterioridad. El requisito es que inicie siempre en el nivel más bajo, y de ahí incremente paulatinamente el tiempo y esfuerzo empleados en la actividad.
El médico geronto- geriatra debe dar a conocer al adulto mayor su estado de salud y las limitaciones naturales que experimentará por su edad, tanto en la capacidad física, como en los órganos de los sentidos, en los reflejos, y por supuesto, en las articulaciones y músculos de los miembros. Hay que estimular al adulto mayor para que no se deprima, pues la mayor parte de estas limitantes serán reversibles a medida que adquiera mejor condición física, al mismo tiempo mejorará su estado de ánimo, sueño, apetito, disminuirá su estreñimiento y apatía, e incluso algunos síntomas de enfermedades previamente adquiridas.
No hay que olvidar que para que se obtengan todos estos beneficios, el adulto mayor deberá observar estrictas medidas de seguridad, ya que una indicación inadecuada podría exponerlo a mayores riesgos o incluso accidentes, empeorando su salud.
Todos estos beneficios son consecuencia del oxígeno que el ejercicio aporta al cuerpo. Para ello, es necesario que la sangre llegue completamente a todos los órganos, que los pulmones trabajen adecuadamente y que el oxígeno en el ambiente sea bueno. De ahí, que recalco, la importancia de la autorización del médico para llevar a cabo la actividad física.