Signos de fraternidad en Navidad
Do s acontecimientos llaman nuestra atención en cada Navidad: el Pase del Niño y el Pesebre, signos de fraternidad. El Pase del Niño Jesús, como celebración de la Navidad con características propias de nuestra fe católica y cultura azuaya, nos convoca a expresar un año más nuestro amor a Jesucristo y el compromiso de caminar juntos, como verdaderos hijos de Dios, dispuestos a vivir la fraternidad y la solidaridad, que tanta falta hace hoy a nuestra sociedad caracterizada por la indiferencia y el egoísmo.
El pesebre navideño que se arregla cada año en el seno de nuestras familias, en las parroquias y en diversas instituciones eclesiales, es un método muy práctico y pedagógico para evangelizar a las familias, sobre todo a los niños. Es el Evangelio expresado por medio de diversas figuras que nos recuerdan el nacimiento de Jesús y su obra salvadora. Descubrimos así que Jesús es el centro y el personaje central de la
Nuestra solidaridad
Navidad, pues, no existe Navidad sin Él.
En este tiempo marcado por la violencia generalizada a todo nivel, la falta trabajo digno, la corrupción, la esclavitud de las drogas, la desintegración de muchas familias debido al fenómeno de la migración, tenemos que elevar nuestra oración al Príncipe de la Paz; por eso el lema escogido para este año es el
Todos los seres humanos estamos llamados a trabajar juntos por alcanzar una verdadera fraternidad, en el signo de la custodia y la responsabilidad por el otro podemos decir que somos o no somos hermanos.
El conflicto bélico en la tierra de Jesús, que ha dejado ya miles de muertos, nos golpea a todos. No podemos ser indiferentes ante la muerte.
mismo del Congreso Eucarístico Internacional: “Fraternidad para sanar el mundo”.
“El mundo está herido por enemistades y discordias. El conflicto bélico en la tierra de Jesús, que ha dejado ya miles de muertos, nos golpea a todos. No podemos ser indiferentes ante la muerte de tantos hermanos. El pecado fisura la comunión con Dios, la comunión fraterna y la comunión con la creación. No obstante, dichas fisuras no tienen la
última palabra en la historia de la salvación. Por la redención realizada en Cristo Dios sigue guiando el camino de la humanidad hacia la plenitud de la comunión en la responsabilidad y el cuidado del prójimo y de la casa común” (Congreso Eucarístico Internacional 2024, Documento Base, 16).
Todos los seres humanos estamos llamados a trabajar juntos por alcanzar una verdadera fraternidad, en el signo de la custodia y la responsabilidad por el otro podemos decir que somos o no somos hermanos. Como cristianos, estamos llamados a amarnos, a respetarnos, a ser solidarios y a trabajar juntos para alcanzar la armonía que hace falta en los diferentes ámbitos del convivir humano. La fraternidad es el verdadero modo de entregarnos como hijos, es el verdadero modo de amar a Dios sobre todas las cosas, como nos dice el primer mandamiento.
Que la fraternidad sea para nosotros el principal signo de que queremos celebrar una auténtica Navidad.