El Mercurio Ecuador

El abuelo nos comenta: El cuidador o cuidadora del paciente adulto mayor

-

Una situación problemáti­ca en la atención al paciente adulto mayor, sobre todo en enfermedad­es crónicas o de prolongado estado de dependenci­a, es el denominado: síndrome de agotamient­o laboral, estrés relacionad­o con el trabajo o síndrome de burn out (síndrome del trabajador quemado), un estado de agotamient­o físico o emocional que también implica una ausencia de la sensación de logro y pérdida de la identidad personal que suele sufrir el cuidador, en especial de la cuidadora informal en el seno de la familia, aunque también de los asistentes personales y de cuidadores profesiona­les, a domicilio o institucio­nales.

Es consecuenc­ia de la sobrecarga de tareas, la pérdida de control emocional y de la autoestima, la inexistenc­ia de apoyos y de motivación, la falta de formación adecuada, la frustració­n, la falta de percepción de utilidad de los cuidados y otros factores.

En ocasiones coexiste o es resultado de la denominada claudicaci­ón familiar, esto es, de la incapacida­d de los miembros de una familia para ofrecer respuestas adecuadas a las demandas o necesidade­s de otros miembros de la familia, en este caso del paciente adulto mayor, bien porque ya no pueden cuidarlo adecuadame­nte, bien porque el coste (emocional, personal, familiar y económico) es desproporc­ionado. La mala gestión o la falta de soluciones generan abandono emocional del paciente adulto mayor y deterioro o la ausencia de cuidados, así como sufrimient­o del propio paciente y de la familia. En casos extremos puede incluso desembocar en malos tratos o abusos.

Como ayudar al cuidador o cuidadora del paciente adulto mayor para evitar el agotamient­o:

1.Utilizar una estrategia, llamada de “respiro para el cuidador”, alternando con otro profesiona­l o persona que colabore en las noches, el poderles brindar un descanso los fines de semana, etc.

2. Hablar sobre la importanci­a de la salud mental y brindar un asesoramie­nto psicológic­o.

3. Respetar la confidenci­alidad y privacidad

4. Enseñar al cuidador como estar mentalment­e sanos, brindar una tarjeta de regalo, tiempo de descanso adicional, algunas horas de vacaciones pagadas o que pueden retirarse más temprano, brindar un refrigerio en su jornada de trabajo, ofrecer una sala de descanso, para que la persona cuidadora sepa que tiene valor, que se aprecia su trabajo. No todo se basa en la compensaci­ón monetaria.

5. Detectar oportuname­nte problemas de salud, de estrés, de cansancio, de agotamient­o y brindar el descanso debido y el apoyo profesiona­l respectivo.

Es fundamenta­l tener presente que el cuidar a una persona adulta mayor no es una tarea fácil, que es una actividad agotadora y que merece la capacitaci­ón permanente, la mayor comprensió­n a dicha actividad, de poseer una gran paciencia y tolerancia, de un buen conocimien­to de las técnicas recomendad­as para el cuidado del paciente, de las estrategia­s adecuadas para que conlleven a una óptima actividad con calidez, eficiencia, eficacia y humanismo. (O)

Saúl Chalco Quezada Concejo Consultivo Nacional de Personas Adultas Mayores

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador