Natación y diversión en los años 60

En Cuenca en esa década, la natación se practicaba como un hobby, poco como deporte competitivo. Lugares donde la juventud de aquellos tiempos nadaba eran en “el chiflón” del río Tarqui en el sector de Los Tres Puentes. El Otorongo hoy en la Avenida Tres de Noviembre, debajo del colegio de “Los Corazones”. La Compuerta, a 150 metros del edificio de la Empresa Eléctrica, cerca de la unión de los ríos Tomebamba, Yanuncay y Tarqui, un canal que recogía agua para la pequeña central hidroeléctrica de Monay. Balnearios Durán con piscinas de aguas termales y una piscina de la antigua Zona Militar.

El lugar preferido de los muchachos de la época era la recordada, “Laguna de Visckocil”. Su nombre por un extranjero de origen checo con visión empresarial, que vivía en la esquina de las calles Bolívar y Juan Montalvo

Este visionario europeo tuvo la gran iniciativa de instalar su famosa cabaña con una lagunilla en donde había peces y botes para remar. En tiempo “de monas” era todo un acontecimiento llevarlas a bailar a ese lugar, cervezas van, cervezas vienen, si eras hábil “las levantabas” y si eras más hábil todavía, ya pueden imaginar.

Había go-cars, un par de Caballos que se alquilaban para dar un par vueltas por un sendero de dicha laguna y una serie de juegos infantiles. Era el lugar favorito de los cuencanos que en los años 60 les parecía muy distante. La vía era lastrada y en los costados sauces llorones. Una maravilla a más de unas pocas mansiones de gente adinerada de la época, pocas se las conservan, por ejemplo, la villa de don Ernesto Moscoso Iturralde, gerente del almacén de telas Briz Sánchez en los bajos del edificio de La Casa de la Cultura, esquina.

Pero bien, me desvié del tema, en la Laguna donde se nadaba, remaba y pescaba, una malhadada tarde Hipólito Berrezueta, estudiante de La Salle, , se ahogó en ella y no se encontraba el cadáver, hasta que el famoso “hincha del D. Cuenca de profesión zapatero, el “barbón” César Quinde en un acto heroico se lanzó y rescató el cuerpo desde el fondo, el joven estaba enredado en algunas algas. El Mercurio publicó ese acontecimiento y don Vicente Tello Tapia captó varias fotografías.

Tiempos pasados que nos llenan de magníficos recuerdos que han quedado solo en eso, recuerdos. Hoy el cemento, los ladrillos, el ruido, los radares, la polución y tantas cosas dejan de lado lo que fue nuestra juventud. La Cabaña y Laguna de Viskocil, amada por grandes y chicos, presumo que las “monas de aquellos tiempos” hoy abuelas y bisabuelas, nunca olvidarán acaso que, en Cuenca por culpa de esa cabaña, tuvieron sus primeros enamoramientos.

La natación hoy en día para orgullo de los cuencanos ocupa el primer lugar a nivel nacional, con los hermanos Enderica, que pulverizaron los récords de los guayaquileños Lolita y Gregory Fuentes, los reyes de aquel entonces del cruce a la Laguna San Pablo.

Hoy en la moderna piscina olímpica del Batán bracea una nueva generación que tomará la posta a los Enderica.