Con mucha fe el pueblo azuayo vivió la gran Pasada del Niño Viajero
EL PASE DEL
NIÑO es patrimonio de todo el pueblo, no es privilegio de unas familias o grupos. Todo el pueblo santo de Dios es mantenedor de esta tradición religiosa.
Con el cambio de Padrinos y la Eucaristía de Vísperas el 23 de diciembre. comenzó la fiesta del Niño Viajero en Cuenca. En su homilía, en la Catedral de la Inmaculada Concepción, Monseñor Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca destacó que la Navidad es la fiesta de la vida, por ello toda vida es un regalo de Dios.
La selección de los padrinos, más que una distinción es un compromiso a ser mejores cristianos. En este año este honor recayó en la Policía Nacional, Mercado 3 de noviembre y Movimiento Neocatecumenal.
Monseñor reconoció el trabajo de la Policía Nacional por darnos seguridad, más aún en estos tiempos difíciles, marcados por la violencia y corrupción. Los comerciantes del Mercado 3 de noviembre recibieron la visita del Niño Viajero y de Monseñor, con el afán de valorar su trabajo sacrificado para que no falten los alimentos en nuestra mesa. Más de sesenta instituciones fueron visitadas por la Imagen del Niño.
El Movimiento Neocatecumenal, grupo apostólico dedicado a la evangelización, sobre todo a la familia, merece ser reconocido.
Monseñor agradeció a las Madres carmelitas, custodias de la Imagen del Niño Viajero y a todos los grupos vinculados con el monasterio del Carmen.
La Navidad es sin duda una fiesta de alegría. “Nos visitará el Sol que nace de lo alto. Dios viene a iluminar a los que viven en tinieblas”.
“Hoy gozamos de muchos adelantos de la ciencia. Al parecer lo tenemos todo para ser felices, sin embargo, hay mucha mentira, violencia, soberbia que parece no tener límites. Nos sobra materia y palabras, pero nos faltan valores. Nos hemos despreocupado de los pobres. El cáncer de la corrupción ha hecho metástasis, ha invadido todo el cuerpo social. El mal se puede vencer solo con el poder más revolucionario de la historia: la misericordia y la fidelidad de
Dios. Fraternidad para sanar el mundo, sea nuestro lema y también nuestro propósito durante el nuevo año”, ha referido Monseñor Marcos.