Unión barrial, clave para los años viejos
EL VERGEL, EL VADO y el Barrio Central dejan ver que el espíritu barrial esta más vigente que nunca.
El concurso de ‘Años Viejos’ es una muestra del fuerte espíritu barrial que se mantiene en Cuenca. Hay tres barrios que están en el ‘top’ de los más ganadores de este concurso los años recientes, ellos relatan algunas claves para lograr su integración.
El Vergel es el más ganador de los últimos años, galardonado cinco veces consecutivas con el primer lugar del certamen del Amistad Club. Pero no solo es premiado por su ingenio y creatividad, también por la unión barrial y vincular a las nuevas generaciones.
Estos aspectos destacan dentro del barrio y son un ejemplo para que los jóvenes se sumen y generen nuevas propuestas.
De acuerdo con Segundo Gallegos, uno de los artífices de la tradición en el barrio de los herreros, hay claves que los consolidan aún más, como la constancia, la planificación y el ser solidarios.
Los vecinos aportan con bocaditos para las noches, herramientas y materia prima para la construcción del ‘viejo’.
Pero todo esto gira en torno a la responsabilidad. Por ejemplo, no beben licor durante el armado de los monigotes y le dan un importante espacio a la celebración luego de quemarlos.
Esto les ha permitido que más gente se sume a las campañas creativas, como niños, mujeres y adultos mayores. Ellos aportan con lo que esté a su alcance. Este gran logro les ha permitido unir más a El Vergel y hacerlo más fuerte para estas y otras actividades sociales.
Vado
El barrio El Vado es otro ejemplo. Aquí se materializó la idea que se plantearon hace 25 años, de convertir este lugar en un espacio seguro y atractivo para los visitantes. Y en este punto converge lo que consideran la clave para mantener la unión del barrio.
Hernán Alvarado, actual presidente del barrio y la mente detrás de la construcción de los años viejos, conserva la idea que tener necesidades en común les ha permitido generar vínculos más fuertes.
Con esto han logrado embellecer el barrio, con elementos como la escultura del ‘Palo Encebado’, el mural de las panaderas de El Vado y la renovada capilla que sirve como centro de oración en el lugar en el que antes funcionaban los urinarios públicos.
Para el médico de profesión, la forma de hacer ‘los viejos’ no solo consiste en hacer figuras y estructuras gigantes, ellos se esmeran en la idea. Para consolidarlas requieren ayuda del vecindario.
Aquí surge uno de los tres aspectos que los ha llevado a mantener la tradición: el compromiso de los vecinos. También porque según Alvarado, la gente les pide hacerlo y porque saben que si esto se mantiene, el barrio se vuelve más seguro.
Central
El barrio Central también destaca por la unión. Según René Martínez, uno de los vecinos que más tiempo dedica a la construcción de los monigotes, la construcción de los años viejos les ha servido para fomentar la seguridad.
Esta es la clave principal de este y otros movimientos ciudadanos que realizan en el barrio. “Todos se suman, comparten, se comprometen”, aseguró Martínez, quien vive en el barrio desde hace una década.
Según su experiencia, cuando más unida se ve la gente, más se disipa la posibilidad de que existan delitos. Porque los monigotes son solo una parte de las acciones que desarrollan de manera conjunta.
Además se dan tiempo para conocerse, compartir las necesidades del barrio y fomentar otros encuentros culturales, religiosos y artísticos.
En resumen, ser constantes, promover asambleas, actividades sociales y artísticas son claves para darle forma a la unión barrial y conseguir réditos más profundos para sus localidades. (FCS)-(I)