El cuento del gallo pelón
¿Quién quiere que le cuente el cuento del gallo pelón? alguien contesta “yo quiero”. Entonces se vuelve a preguntar: ¿pero quieres que te repita el cuento del gallo pelón? el que contestó responde, no, no quiero. El que pregunta insiste: ¿pero quieres que te cuente el cuento del gallo pelón? Y así sucesivamente. No importa la respuesta, la pregunta es la misma. Esto no lleva a ninguna parte pues constituye una especie de burla. Lo que debería ocurrir es que la ciudadanía no se deje tomar el pelo con aquel cuento de siempre.
Lo descrito viene bien para comentar muchos aspectos que se relacionan con la Ilustre Municipalidad, Federación Deportiva del Azuay y el estadio municipal, vaya, un dilema para todos.
El tema señalado se enmarca tras las declaraciones del Alcalde Cuenca, Cristhian Zamora en el sentido que, en el presente mes de enero se analizará en el cabildo cuencano la posible reversión del Comodato existente con la FDA en torno al vetusto estadio Alejandro Serrano Aguilar, luego que un grupo de concejales realizó una inspección para verificar las condiciones en las que se encuentra el escenario en mención.
Existen videos y fotografías del muy mal estado de sus instalaciones lo que demuestra falta de mantenimiento que incluye la iluminación. A criterio de varios miembros de la Municipalidad, no se está cumpliendo con el convenio que se firmó hace algún tiempo cuando Marcelo Cabrera era el Alcalde y la duración del comodato se suscribió por 50 largos años.
El actual Burgomaestre ha solicitado a la FDA un informe sobre los recursos que genera el estadio y que ingresan al ente federativo. Aparte de esto, expresó “todos los dineros que ingresen, deben depositarse en una cuenta especial para que sirvan exclusivamente para su mantenimiento”. Según Edwin Loyola, Presidente del ente federativo, hay un ingreso de alrededor de 100 mil dólares anuales. Entonces, la pregunta es ¿cuánto se ha invertido en obras de mantenimiento?
Alguna vez don Edwin nos comentó que, para él, un estadio como el “Serrano Aguilar” es un dolor de cabeza pues genera una serie de problemas, por lo tanto, cabe preguntar: ¿no sería mejor que se elimine aquel gran dolor?
Loyola defiende “a capa y espada” que el escenario siga siendo administrado por la Institución bajo su dirección, señalando que cientos de niños y niñas lo utilizan y que sirve además a las escuelas de fútbol con jugadores que nutren después a los equipos de Segunda Categoría. ¿Cuántos niños están en aquella escuela de fútbol? Es más, si se retira el famoso Comodato, ha amenazado con llegar a instancias judiciales con acciones cautelares. Ante esta situación que preocupa a todos, la ciudadanía toda espera que se llegue a un acuerdo definitivo en procura de que el deporte comarcano se enmarque dentro de un cuadro de progreso, superación y éxito, al margen de “dimes y diretes” que sin duda hacen mucho daño.
Por todo lo expuesto, esperamos que no sigamos con el famoso cuento del “gallo pelón”. (O)