¿Un Presidente “de cartón”?

En la mayoría de las ciudades, grandes y pequeñas, los “Juantodonadas” salen de casa sin saber si regresarán con vida, si ingresarán heridos a los hospitales, si volverán con sus celulares, si serán secuestrados, si lograrán cuando menos trabajo a medio tiempo o siquiera un cachuelo para comprar un pan, si al emprender un viaje retornarán sin ser asaltados en las vías.

Otros madrugan a abrir sus negocios, no importa si son grandes, medianos o pequeños, así lo tengan en cualquier esquina. Lo hacen con el corazón en la boca por temor a la advertencia de los “vacunadores”, o reciben sus amenazas; o, en definitiva, deben pagar el precio, dizque, para darles seguridad. ¡Diabólica barbaridad!

Muchos “Juantodonadas” que votaron por Daniel, no tanto por él, sino en contra de aquél, han comenzado 2024 no con buenos augurios al conocer el contenido de la consulta popular, cuyas preguntas le han valido al joven millennial cantidad de tirones de oreja.

Mirando en “blanco y negro”, las preguntas de la consulta de don Guillermo fueron más contundentes. Por ejemplo, la extradición, la autonomía de la Fiscalía, la eliminación de la facultad de Cpccs para designar autoridades de control. Lástima que se fueron al agua, porque gran parte de ecuatorianos no vota, sino que bota.

Resulta sintomático que no se haya retomado la propuesta de la extradición, temida por narcos y corruptos, que, como decía Pablo Escobar, prefieren una tumba en el país a una celda en los Estados Unidos. En el Ecuador, si son detenidos y sentenciados les dan celda y llaves; hasta tienen políticos que los protegen, ni se diga, jueces.

¿Qué pensarán los “Juantodonadas” al ver que el Presidente actúa con “medias tintas”, calculando, protegiendo votos porque quiere reelegirse, no incomodando a sus pactantes, pese a saber que dentro de seis meses le dejarán botando en la vereda?

Y pensar que, como lo expresan los “Juantodonadas”, el joven mandatario, inexperto en el mundillo de nuestra política, que confía en Tik Tok, que se toma muy en serio eso de ser sólo pro y para nada, anti, como si con eso se acabara la desgracia de la República, comienza a perder los estribos, quiere decir mucho sin decir casi nada. No, no, no…

Ellos, los “Juantodonadas”, ansiaban que nuestro millennial diera un giro de 365 grados para virar la tortilla, más claro, para que la República sienta que otro ha tomado el timón para salvarla del naufragio.

Pero no. Por el momento, parece que tenemos un “Presidente de cartón”. ¡Sacúdase! Aún hay tiempo. (O)