Apuesta a la juventud
Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver, cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin querer. Este fragmento del poema del famoso poeta y diplomático nicaragüense Rubén Dario fallecido en 1916, viene bien para abordar este tema relacionándolo con el fútbol.
En tal sentido, Deportivo Cuenca en este año apuesta a la juventud al incorporar a varios jóvenes. Ahora bien, un apostador está sujeto a ganar o perder, pero “hay que jugársela”
Apoyamos esto, dado que los jóvenes tienen como meta siempre triunfar. En el caso del club cuencano esperamos que llegue a suceder. Lo ideal será que a los muchachitos aún imberbes se les brinde la oportunidad de estar no solo dentro del equipo, sino que se los haga actuar, caso contrario como ha sucedido en épocas anteriores, se han ido porque nunca pudieron actuar y si lo hicieron en pocos partidos mostrando condiciones se fueron como jugadores libres, generalmente porque al deberles dinero, se les entregó su carta pase como libres.
Hay tantos casos de chicos que partieron frustrados porque en una palabra fueron desechados, por dar unos pocos ejemplos: Gustavo Vallecilla quien el año anterior fue campeón en la Liga Norteamericana de Fútbol en el Columbus, ahora ha retornado a la U. Católica. John Jairo Espinoza que está jugando desde el año pasado en el Lugano de Suiza. Luego de su paso por el Cuenca se vinculó al Aucas, de allí al Chicago Fires (USA) y finalmente el gran salto al fútbol europeo. Renny Simisterra del Cuenca fue al Independiente Juniors, de allí al Deportivo Táchira de Venezuela, el año anterior jugó en el Libertad de Loja y ahora está en el Garcilaso del Perú. Los hermanos Mina, Ángelo y Jonathan, nacidos en Cuenca y que también se fueron.
Lo peor es que la partida de todos no dejó réditos económicos al equipo. En fin, es una larga lista de jugadores que se han ido y que omitimos sus nombres pues nos faltará espacio en esta columna para poder mencionar a todos.
En este año surgen varios nombres de jovencitos que están contratados para el primer equipo, si tienen capacidad, en buena hora, ojalá puedan actuar y no vuelva a suceder lo de antes que se van con distintos rumbos con “cara larga” dejando de lado el sueño de vestir la querida camiseta roja.
Siempre mantendremos el criterio aquel de no llenarse de jugadores, no se trata de “cantidad sino de calidad”. En los últimos tiempos se incorporaron al primer plantel muchos jovencitos, pregunto ¿jugaron? la respuesta es no.
De esta forma caemos en la retórica pues todo resulta teórico con discursos para tratar de convencer. Esto se viene aplicando en el D. Cuenca desde hace muchos años. En suma, solicitamos a los señores dirigentes menos palabras y mejores acciones.
Parafraseando un pasaje bíblico, “dejad que los jóvenes vengan a mí”, bienvenidos sean, siempre y cuando demuestren capacidad y de ser así que tengan la oportunidad de saltar a la titularidad, caso contrario como dijo Simón Bolívar, se habrá arado en el mar. (O)