Urgente e impostergable gestión de ingeniería hidráulica ambiental
Frente a la alteración significativa de la composición química atmosférica causado por el ser humano en lo llamado efecto invernadero, que altera la distribución y calidad del agua, aún a nivel freático y la crisis del agua que afecta a la agricultura y seguridad alimentaria, así como todo proceso biótico natural, con lo cual la vida y su mantenimiento, sus ciclos y sus efectos son preocupantes.
El centralismo que maneja a su antojo todo, incluida la gestión de nuestra Provincia, toma de decisiones aún de índole jurídico, haciendo caso omiso de una consulta popular en la que más del 80% de los habitantes de Cuenca se oponen a la minería metálica en zonas de recarga hídrica, en tanto ésta genera contaminación de las fuentes hídricas andinas, con lo cual la polución degradaría la fuente de la población cuencana, así como la contaminación del agua utilizada con fines de potabilización, agrícolas, y ganaderos, alrededor de la hoy buscada explotación minera.
El PROMAS de la Universidad de Cuenca, con el ánimo de buscar un abastecimiento de agua para la ciudad, realizó con el CONESUP una investigación en El Cajas (60 lagunas), para conocer la capacidad de regulación hídrica, con el aval de ETAPA y el CELEC. La Corporación Andina de Fomento, financió el Proyecto “DOS CHORRERAS”, con diseños ejecutivos y un transvase desde la quebrada RASULLANA, para incrementar caudales. Esto permitirá almacenar más de 2 ½ millones de m cúbicos para uso en tiempos de estiaje. Más tarde el Ministerio del Ambiente negó la licencia ambiental para su ejecución, con lo cual la seguridad hídrica de Cuenca, pasó a segundo plano y el proyecto duerme el sueño de los justos con la frialdad de instituciones locales llamadas a velar por el tema y anticiparse a las crisis como sucede hoy con el estiaje.
El bien manejado proyecto del río Machángara, podría replicarse con el Yanuncay y el Quingo yacu del sector Soldados-Yanuncay, protegiendo el agua para potabilización, riego, hidroelectricidad, control de desbordes y ahorro del agua. Este proyecto fue boicoteado por intereses ajenos a los de los cuencanos, en tanto el mundo sufre ya la crisis hídrica.
Dura experiencia
Acabamos los australes, de pasar una dura crisis por la ausencia de lluvias durante 118 días, se decretaron los cortes energéticos con drásticas pérdidas en la economía de los ecuatorianos. A las puertas de racionalizar el servicio de agua potable, luego de que los ríos cuencanos se mostraban “empedrados”, San Pedro se acordó que los australes también necesitamos del líquido compuesto y se han iniciado de manera tardía las precipitaciones que han vestido de verdor al campo y de agua a los secos cauces. Tenemos que preocuparnos por el manejo del recurso hídrico, clave para la vida y muy particularmente en las grandes urbes del siglo XXI como es nuestra Cuenca. También es hora de que el Gobierno, inicie la reforestación del Ecuador, mediante programas técnicos, éticos y con especies nativas, que garanticen el mantenimiento de la vida y economía para el futuro de este país.