Estudio de ‘ciudad’ prehispánica tiene nuevos hallazgos
Del Upano, en Morona Santiago, se aplicó tecnología que permitió evidenciar algo nunca antes pensado en la Amazonía.
El pasado 12 de enero de 2024, la prestigiosa revista Science publicó su número 6679, cuyo título fue “Lost City”. El nombre se debió a un artículo científico que describe una ‘ciudad’ prehispánica en la Amazonía ecuatoriana, puntualmente en el Valle del Upano, en Morona Santiago.
El hecho trascendió porque se evidenció cientos de plataformas artificiales de tierra, calles que se conectaban entre sí, plazoletas y terrazas que fueron levantadas y ocupadas desde 500 a. C., hasta el 600 d. C.
La evidencia cambió totalmente la percepción primitiva que se tenía sobre las culturas amazónicas. Y precisamente ese cambio fue lo que motivó a que el mundo de la arqueología y la investigación, y los medios de comunicación internacionales hablaran sobre la Amazonía ecuatoriana, sobre el Valle del Upano.
Sin embargo, dicha evidencia no es un descubrimiento nuevo. Al menos así lo ve la propia población amazónica y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), que hizo una aclaración pública porque en el mundo se está hablando de un “descubrimiento”, cuando los elementos prehispánicos ya empezaron a ser descritos desde el siglo pasado.
Lo que sí es nuevo es la magnitud de los elementos hallados y de la tecnología que se usó para descubrirlos.
“Lo que se evidencia es las cosas que ya no se pueden ver por la maleza. Lo que ahora sabemos es la magnitud y que albergaba a mucha gente. Pero de que había algo, ya se sabía. De que había una ciudad prehispánica en el Upano, se sabía”, dijo a El Mercurio Leliz Gutiérrez, profesor en Macas.
Financiación
En el 2015, la Senescyt financió un proyecto del INPC para detectar anomalías en 300 kilómetros cuadrados de la geografía del Valle del Upano. Para ello se usó la tecnología LiDAR, con la que se hicieron sobrevuelos, en colaboración de las Fuerzas Armas del Ecuador.
La información permitió identificar que en los alrededores del río Upano y Chiguaza había 7.928 anomalías, entre estas: montículos, plataformas, cimas truncadas, plazoletas y calles prehispánicas. El número detectado fue lo que más llamó la atención de los investigadores que estuvieron detrás del proyecto.
Lo que se identificó con el LiDAR fue entregado en el 2021 a universidades nacionales y extranjeras para que se generen nuevas investigaciones. Llegaría entonces, en este 2024, la publicación de Science.
Sin embargo, lo que pocos saben es que, antes del artículo de Science, en marzo de 2023, se publicó el primer número de la revista ecuatoriana STRATA, en la que se incluyó una investigación sobre los resultados preliminares de la aplicación de LiDAR en el Valle del Upano. En el texto, al que se puede acceder a través del enlace: https://revistas.patrimoniocultural.gob.ec/, ya se explica sobre los grandes asentamientos evidenciados en Morona Santiago, así como sus caminos y asentamientos interrelacionados. No obstante, con la publicación en Science llegó la masificación de un “descubrimiento” que ocurrió hace más de treinta años, y que recién ha sido considerado en el extranjero.
Sea como fuere, para investigadores, arqueólogos y pobladores de la Amazonía ecuatoriana, lo que ahora importa es que los resultados de la aplicación LiDAR, que fue financiada por Ecuador, sean tomados en cuenta todavía más porque ellos cambian la visión del pasado de la presencia humana en la Amazonía. (AWM)-(I)
En cinco de los grandes asentamientos identificados en el Valle del Upano se encontraron más de 100 estructuras artificiales juntas.
Otro de los hallazgos fueron las plataformas: se identificaron 5.415. En total se encontraron 7.471 anomalías, entre estas: montículos y cimas truncadas.
Para aplicar los láseres se hicieron sobrevuelos. La información fue procesada para evidenciar lo que había en la frondosidad de Morona.